Asume tres años de prisión por abuso sexual a su esposa

P.T.M.
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El varón acuerda 69 días de trabajos para la comunidad por amenazas continuadas a la misma víctima. El Ministerio Fiscal solicitó en un inicio una pena conjunta de ocho años y nueve meses por ambos delitos

Imagen de archivo del Palacio de Justicia - Foto: Sara Muniosguren

Un hombre, de 59 años, asumió ayer, tras la celebración de la vista oral en la Audiencia Provincial, una pena de tres años de prisión como autor responsable de un delito de abuso sexual a su esposa. 

El Ministerio Fiscal solicitó en un inicio para el acusado, que carecía de antecedentes penales, una pena de ocho años y nueve meses de cárcel por este delito, concurriendo en el hombre la circunstancia agravante de parentesco, tal y como recogió el escrito de acusación al que tuvo acceso este periódico. 

El varón también acordó 69 días de trabajos a la comunidad por un delito continuado de amenazas a la misma víctima, unos hechos por los cuales también fue juzgado ayer en el alto tribunal de la provincia. Cabe señalar que, en un inicio, el Ministerio Público solicitó nueve meses de cárcel por la comisión de este delito. 

Igualmente, el autor responsable de los hechos pagó una indemnización de 10.000 euros, tal y como había solicitado el fiscal en el apartado de responsabilidad civil en el escrito de acusación.

LOS HECHOS. La acusación recoge que el 8 de marzo de 2020, estando ambos en la cama, se habría producido un abuso sexual. El acusado mantuvo relaciones sexuales cuando su esposa le habría repetido que no quería. 
En cuanto al delito de amenazas continuadas, la acusación recogió que el ahora autor de los hechos, «con intención de amedrentar» a su esposa, «golpea cosas» y «rompe enseres» cuando se produce una discusión. «No consta exactamente» la fecha desde la que se comenzaron a dar estas situaciones, si bien, siempre según la acusación del Ministerio Público, estas se producían «de forma habitual».  

La acusación también recogía otras medidas, como la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima a una distancia inferior a 200 metros por tiempo de diez años.