Espacios lúdicos de niños lectores

Sara Diez
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Las bibliotecas infantiles de verano de la avenida de los Vacceos, de los parques de la Huerta de Guadián y de la Carcavilla y del paseo del Otero permanecerán abiertas hasta el viernes 16 de agosto

La monitora de verano de la avenida de los Vacceos, Elena Iglesias, explica los juegos relacionados con la lectura que van a realizar a los más pequeños. - Foto: ÓSCAR NAVARRO

Durante el período estival, los centros lúdicos infantiles proliferan gracias a la colaboración del área de cultura del Ayuntamiento y las bibliotecas de la capital, que organizan todos los veranos una actividad denominada Parquecuentos. Este taller se ofrece desde el 17 de junio hasta el  16 de agosto, el servicio de préstamo de libros es de 18 a 21 horas y los talleres empiezan a las 19,30 horas. 

Los lugares en los que se lleva a cabo esta iniciativa, dedicada especialmente a los más pequeños, son: La Carcavilla, la Huerta de Guadián, el paseo del Otero y la avenida de los Vacceos. Además, Parquecuentos es «un proyecto que está enfocado en el aprendizaje y en la diversión de los niños entre cuatro y diez años y cuyo principal objetivo es introducir a los chicos en la lectura».

En lo que respecta a las actividades que se realizan en estos espacios culturales infantiles, cada día de la semana se organiza un taller diferente. Así que, los lunes tiene lugar el Pasacuentos, «donde se lee un cuento a los niños y luego hacen una actividad relacionada con esa historia». Los martes es El Carnaval de los Cuentos, «donde se realiza un juego con máscaras», asegura la monitora Ana Rueda. 

La monitora de verano de la avenida de los Vacceos, Elena Iglesias, explica los juegos relacionados con la lectura que van a realizar a los más pequeños.La monitora de verano de la avenida de los Vacceos, Elena Iglesias, explica los juegos relacionados con la lectura que van a realizar a los más pequeños. - Foto: ÓSCAR NAVARROLos miércoles organiza Los Colores del Verano, que es un taller de ilustración y dibujos. Los jueves, la iniciativa que lleva a cabo se llama ¡Se Abre el Telón!, una actividad de teatro. Los viernes, los niños asisten a los Juegos de Papel y Lápiz, «donde realizan figuras de papiroflexia», señala Rueda.  

Por otro lado, «el número de socios que había afiliados el año pasado, es decir, los niños que tienen un carnet para poder sacar cuentos de cada biblioteca, fue de 450 en total. Entre ellos, 117 fueron los inscritos en el establecimiento de la avenida de los Vacceos, 123 en el de Huerta de Guadián, 96 en el de la Carcavilla y 114 en el del Paseo del Otero», comenta.

En cambio, «los pequeños que participaron en este taller a lo largo del verano pasado sumaron un total de 2.000, que incluye a los niños con carnet y sin él. De este modo, 533 asistieron a las actividades del centro lúdico de la avenida de los Vacceos, 593 a los de la Huerta de Guadián, 481 a los de La Carcavilla y 393 a los del paseo del Otero. Además, «en cada caseta había un encargado, es decir, en total son cuatro», afirma la monitora de la avenida de los Vacceos Elena Iglesias.

La monitora de verano de la avenida de los Vacceos, Elena Iglesias, explica los juegos relacionados con la lectura que van a realizar a los más pequeños.La monitora de verano de la avenida de los Vacceos, Elena Iglesias, explica los juegos relacionados con la lectura que van a realizar a los más pequeños. - Foto: ÓSCAR NAVARROEl objetivo principal de estos cuatro espacios es fomentar la lectura de los niños en un marco de entorno cultural. Asimismo, en esta actividad lúdica y cultural organizada a lo largo de todo  el verano se fusionan tres elementos que son el ocio, la animación a la lectura y los espacios verdes, entre otros.

PRÉSTAMO DE LIBROS. Cabe destacar que «los libros que se prestaron durante el verano pasado fueron 1.512 en total. De ellos, se recogieron 391 en la biblioteca de la avenida de los Vacceos, 323 en la del parque de la Huerta Guadián, 398 en la de la Carcavilla y 400 en la del paseo del Otero. Además, cada usuario pudo llevarse un máximo de dos libros cada vez que asistía allí con el carnet», concluyen.