La jornada de ayer fue la primera laborable en la que los despachos de Unicaja Banco no levantaron la persiana en las localidades de Velilla del Río Carrión, Santibáñez de la Peña, Villada, Cevico de la Torre, Cisneros, San Cebrián de Campos, Villaviudas y Lantadilla. Ocho municipios que suman en su conjunto 5.046 vecinos, a los que les ha afectado de lleno una exclusión financiera que les deja sin atención personal y sin cajeros automáticos. De este total, 2.000 se quedan sin atención presencial y sin servicio 24 horas en su propio municipio, al carecer de otras alternativas.
Alos vecinos de los citados pueblos les tocará ahora montarse en el coche o reservar plaza en el autobús para acercarse hasta el municipio cabecera de comarca, a varios kilómetros de donde se encontraba su entidad. La situación es algo mejor en las localidades con mayor padrón (aquellas que rondan o superan el millar de habitantes): Velilla, Santibáñez y Villada, donde siguen prestando servicio otras entidades por el medio de agentes colaboradores.
Bien es cierto que se trata en la mayoría de los casos de pueblos con un padrón reducido en los que un agente colaborador atendía solo unas pocas horas a los vecinos cada quince días o una vez al mes, según las necesidades y número de clientes de cada una de las poblaciones, afectadas ahora por el cierre.
El alcalde de Villaviudas, Juan Carlos Cantera, ejerció como portavoz de todos ellos y promovió acciones conjuntas como una recogida de firmas que materializaron localidades como Velilla, que reunió un total de 546. Y es que, según concretó el primer edil cerrateño, todos los municipios han de remar en la misma dirección, porque la exclusión financiera es un «problema común» que afecta a todos los ayuntamientos y también a sus vecinos.
Mientras se busca una solución a este problema, el regidor plantea la posibilidad de habilitar un servicio de transporte que acerque a sus paisanos hasta la oficina de Baltanás una vez cada quince o treinta días.
VILLAMURIEL DE CERRATO
Por la figura del agente colaborador es por la que apuesta Unicaja para su sucursal de Villamuriel de Cerrato, aunque no hay fecha para la reconversión.
El alcalde, Roberto Martín, teme que este sea «un primer paso para un cierre definitivo» y lamenta que sus vecinos tengan que desplazarse hasta Venta de Baños o la capital para trámites de mayor envergadura como la firma de hipotecas o la atención a empresas.
Asimismo, asegura que se trata de una «oficina rentable» y con «mucho movimiento», por lo que considera que el cambio a agente financiero «no tiene ninguna justificación». Además, afirma que existen «otras alternativas» distintas al cierre, decisión que, a su juicio, ha tomado la entidad financiera «en un punto a muchos kilómetros de Villamuriel» desde el que se «desconoce» la realidad del territorio.
Similar punto de vista sostiene Loli Hernández, de Virgen del Milagro. «Ahora tenemos coche para desplazarnos, pero qué va a pasar cuando seamos mayores», lamenta esta clienta del banco «de toda la vida», quien asegura que las entidades financieras «cada día lo complican más», en alusión directa a los trámites online, por la app o en el cajero. María Ángeles Valbuena tacha esta decisión empresarial de «absurda». «No podemos ir con el coche a sacar dinero, estando la gasolina al precio que está», sostiene.
Además de a clientes particulares, esta reconversión afecta también a los negocios del pueblo. «Va a ser complicado. Nos trastoca todos los planes, además de la pérdida de tiempo que esto supone», afean desde Lotomuriel. Una situación que, además, «perjudica» al comercio, pues, según explica, «la gente venía al banco y aprovechaba a hacer sus compras».
Frente a las críticas, Unicaja mantiene su apuesta por la prestación de servicios en el medio rural con 16 oficinas en la provincia (cinco en la capital y once en los pueblos), a los que se suma una red de diez agentes financieros y 39 cajeros (14 en la ciudad y 25 en los pueblos).
Diputación estudia implantar una oficina móvil para el medio rural
La Diputación se ha puesto manos a la obra para ayudar al medio rural a luchar contra la exclusión financiera. Una de las alternativas que se plantea es la de implantar una oficina itinerante para dar servicio a los pueblos, dotada con un agente comercial y cajero. Además de este plan piloto, otra posible solución pasaría por la firma de un convenio de colaboración con Correos, que permitiría a los palentinos disponer de dinero en efectivo.
Para todo ello dispone en el presupuesto de 2022 de una partida de 150.000 euros, que se emplearán en la solución más viable y ventajosa para los vecinos una vez que se analicen todas las posibles vías que se han adoptado en otros territorios de Castilla y León en la misma situación.
Además, la presidenta, Ángeles Armisén, mantuvo una reunión urgente con la directora general de Unicaja para conocer de primera mano sus condiciones de reestructuración y «exigir soluciones».