La llegada del verano y sus consiguientes vacaciones hace que muchos ladrones aprovechen para delinquir en las viviendas que están temporalmente deshabitadas. Si bien los expertos alertan sobre extremar las precauciones y mantener seguras las cerraduras, los amigos de lo ajeno emplean técnicas cada vez más sofisticadas, tanto para forzar puertas como para llevar un seguimiento de aquellos inmuebles vacíos.
En este sentido, vecinos de la calle de María de Molina de la capital denunciaron este lunes un robo en una de sus viviendas. Los propietarios, cuando llegaron a su domicilio, advirtieron de que la cerradura estaba forzada, y se percataron de que su puerta estaba marcada con un hilo de pegamento.
Sobre las 11,25 horas de la mañana se personó una patrulla de la Policía Local para investigar los sucedido y se instó a las víctimas a presentar la correspondiente denuncia. Tal y como recoge el parte de sucesos del cuerpo, tras revisar la vivienda, los propietarios no echaron en falta ningún objeto, igual que tampoco detectaron la vivienda revuelta.
La técnica empleada sirve para identificar aquellas viviendas que se encuentran temporalmente vacías. Así, los delincuentes emplearán un fino hilo de pegamento o plástico que une la puerta con el marco. Si el hilo se rompe, significa que la puerta se ha abierto; si el hilo permanece intacto, implicará que no lo ha hecho, lo que puede dar a entender al potencial ladrón que esa vivienda está vacía y, por tanto, que se anime a entrar en ella.
Este método también permite a los cacos hacer un seguimiento sobre la actividad en los inmuebles. Los amigos de lo ajeno tienden a acudir en diferentes días para comprobar el estado del hilo y decantarse a tomar una decisión.
Por ello, es recomendable revisar cuidadosamente las entradas de las viviendas si se va a dejar inhabitada por un tiempo determinado, más en este caso si cabe, pues, en muchas ocasiones, el hilo es prácticamente inapreciable.