La agencia de salud de la Unión Africana ha confirmado que al menos 541 personas han muerto por el virus del mpox -- anteriormente conocido como viruela del simio -- desde principios de año en todo el continente, con República Democrática del Congo como epicentro a enorme distancia del resto de países, y que 18.737 casos han sido identificados, como mínimo sospechosos, desde el 1 de enero.
Los Centros para el Control de Enfermedades de África (Africa CDC) revelan en su última evaluación de este sábado un total 3.101 casos confirmados y 15.636 casos sospechosos en 12 estados miembros de la Unión Africana, con una tasa de mortalidad del 2,89 por ciento.
La cifra corresponde a tres cepas del virus, de las cuales una es la nueva, más mortal y más contagiosa, Clado 1b, que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar el miércoles una emergencia sanitaria internacional, la alerta más alta de la agencia.
Crisis en República Democrática del Congo
RDC, donde se detectó por primera vez la nueva cepa en septiembre de 2023, ha notificado 1.005 casos (222 confirmados, 783 sospechosos) y 24 muertes en una semana en medio de una atmósfera de auténtica crisis. De hecho, el ministro de Salud de República Democrática del Congo, Roger Samuel Kamba, anunció este pasado viernes que el virus había dejado al menos 548 muertos (siete más que la cifra total de los CDC para todo el continente) y 15.664 casos sospechosos desde principios de año en este país africano. Las 26 provincias del país, hogar de unos 100 millones de personas, han notificado casos.
Médicos sin Fronteras (MSF) ha avisado de que la epidemia se está descontrolando en el país y preocupa especialmente en los campamentos de desplazados internos alrededor de Goma, Kivu del Norte, lugares donde miles de personas han escapado de combates entre las milicias del Movimiento 23 de Marzo contra el Ejército y milicias afines, y "donde la extrema densidad de población y la promiscuidad hacen que la situación sea muy crítica".
"El riesgo de explosión en el número de casos es real, dados los grandes movimientos de población dentro y fuera del territorio de República Democrática del Congo", añade MSF.
La ONG estima que la identificación de los casos, el seguimiento de los pacientes y la atención disponible siguen siendo extremadamente limitadas, y la falta de vacunas en la región dificulta aún más esta situación.
En este sentido, Médicos sin Fronteras recuerda que el precio actual de la vacuna MVA-BN -la única contra la mpox aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA)- "está fuera del alcance de la mayoría de los países de renta baja y media en los que la mpox es endémica o se está extendiendo en estos momentos".
El fabricante de la vacuna, la danesa Bavarian Nordic, "debe revisar su política de precios y buscar urgentemente una asociación con uno de los fabricantes de vacunas emergentes africanos para una transferencia de tecnología completa y oportuna", a juicio de la ONG.
En algunas comunidades, la percepción de la enfermedad como vinculada a las prácticas místicas o brujería también complica la adhesión a las medidas de salud pública.
El balance notificado por los CDC africanos representa un número total de casos que supera a estas alturas a los registrados en todo 2023 (14.383), de acuerdo con la evaluación recogida por la agencia ADNKronos.