A la tradicional oferta nocturna, se han sumado más recientemente los vermús y tardeos musicales. Con ella se «refuerza la oferta a la vez que se diversifica, pues antes solo se concentraba por la noche», señalan desde el sector, para añadir a renglón seguido que este año los ayuntamientos fueron «muy previsores» a la hora de contratar, aunque después se registró «un estancamiento».
La oferta de grupos es muy variada en estilos en la provincia, pero todos tienen un denominador común: las versiones de grandes bandas o solistas de sobra conocidos por el gran público. Uno de esos grupos es The White Oaks, con sede en Palencia y una larga lista de bolos a lo largo del presente verano. El cantante de la formación, Nacho Blanco, pone en valor que este tipo de actuaciones «sacan a la calle a gente de todas las edades, incluso las personas de edad avanzada, que se reúnen en la plaza o junto a la terraza de un bar».
Este tipo de espectáculos ha despuntado desde la pandemia (empezaron sentados, separados y con un número limitado de público), y se han consolidado ya en el panorama festivo del medio rural, con actuaciones que se mueven en una horquilla de 200 a 2.000 euros para entre una hora y media y dos de concierto, según las especificaciones técnicas necesarias. 4 Kantones, Sara Bureba o Rock&Roll Circus son algunos ejemplos de la amplia oferta a disposición de los ayuntamientos.
«Las actuaciones del día han subido mucho también, entre otras cosas, porque la gente a partir de 50 quiere disfrutar de las fiestas pero prefiere no trasnochar. Esto incluye también las charangas que amenizan diferentes momentos del día», señalan desde Conciertos Arpalencia, donde al igual que en el resto de empresas trabajan a dos velocidades. Y es que mientras están pendientes de que todo lo contratado para este verano se desarrolle sin incidentes, comienzan ya a cerrar fechas para las fiestas patronales de 2025.