Hace 24 años que la P inicial de la placa desapareció del Reglamento General de Vehículos. Una modificación que apareció publicada en el BoletínOficial del Estado (BOE) del 16 de septiembre y que entró en vigor al día siguiente eliminando «la contraseña de la provincia donde matricula el vehículo». Adiós a la P, a la VA(de Valladolid), a la SG (de Segovia) o a la BU (de Burgos), entre otros identificativos. 

Pero la realidad es que únicamente se borró sobre el papel. En las carreteras aguantan muchos coches presumiendo de lugar de origen. A los más jóvenes aún les quedan unos años para ser históricos ya que tienen que llegar los 30, según la Dirección General de Tráfico (DGT). El informe de La posventa en verde del VO (vehículo de ocasión) de la compañía Solera, que se presentó en noviembre durante la celebración de Expoganvam en Madrid, asegura que sobreviven 18.612 vehículos con la matrícula de código provincial palentina. La DGT anunció que el último coche identificado con la inicial fue el P-0849-L.

La pérdida de la seña provincial llegó en el mismo momento en el que las matrículas adquirían un toque europeo. Como es habitual, el BOE describe el lugar y el distintivo continental a llevar en el identificador del vehículo: «en la parte izquierda de la placa de matrícula se incluirá, sobre una banda azul dispuesta verticalmente, el símbolo de la bandera europea, que constará de doce estrellas de color amarillo, y la sigla distintiva de España representada por la letra E de color blanco».

Con esta incorporación, los vehículos perdieron también obligatoriedad de llevar la señal V-7 (la que marca la nacionalidad) para circular por la UniónEuropea. «Los automóviles matriculados en España en cuyas placas de matrícula figure la bandera europea y la sigla distintiva de España, cuando circulen por los demás países de la Unión Europea, no será necesario que lleven en su parte posterior el signo distintivo de la nacionalidad española previsto en la señal V-7», señala el BOE.