Es más que sabido que aún hoy en día la gran mayoría de las veces que vemos en las cartas de los restaurantes anunciada carne de buey, esto es falso, y en realidad es ternera lo que ofrecen. Esta semana, tras haber visto el domingo en el pabellón el partido del Zunder Palencia, quiero hacer un símil, por la desilusión que tengo.
La falta de respeto de la ACB al equipo palentino está llegando a unas cotas dignas de inspección. Está claro que los arbitrajes siempre favorecen a los equipos más poderosos, que es una liga privada y un coto casi privado, y que los nuevos pagan la novatada, pero es exagerado. Los aficionados palentinos pensábamos que íbamos a tener solomillo de buey baloncestístico y nos están dando pechuga de pollo teñida con mucho colorante naranja de mala calidad, ni azafrán, ni siquiera cúrcuma, cada partido.
¿Cómo es posible que todo un Madrid o Barça necesiten verse apoyados de esa manera tan descarada ante un club tan modesto? ¿No tienen derecho a ser derrotados? ¿Se va a caer el mundo o van a dejar de clasificarse para play-offs con un par de derrotas más?
No son los únicos partidos en que, esperando que se nos sirva esa carne de buey que entiendo que debe representar la supuesta mejor liga de baloncesto del mundo después de la NBA, nos sirven pechuga de pollo adulterada, pero lo de este domingo superó cualquier expectativa, y la reincidencia ha provocado una acumulación de hartura difícilmente soportable.
Quiero hacer una mención especial también a Campazzo, un jugador al que admiro tanto en su talento baloncestístico como repudio en su deportividad, me parece el jugador más guarro que he visto en España tras Sadiel Rojas, y con más bulo arbitral; le definiría como el rey del trampantojo, pues en tantas y tantas ocasiones le señalan falta a favor cuando ha sido él quien ha golpeado; si conté bien, esto ocurrió al menos en cuatro ocasiones el pasado domingo, y terminó con una falta nada más, señalada a 3:10 de la finalización del partido.
 Es tan grande el descaro que necesitaba hacer público mi malestar, pido perdón por haberme salido hoy casi al 100% de mi argumentario gastronómico habitual, pero quería denunciar que nos la están dando con queso a base de bien a los palentinos.