Al igual que Ícaro manifestó su deseo de volar y no cejó en su empeño hasta que lo consiguió, el Ayuntamiento de Antigüedad continúa con su sueño de crear un Museo de la Aviación. Esta es su particular forma de mantener vivo un vínculo ya centenario, desde que dos antigüedeños se hicieron pilotos militares en los años veinte del pasado siglo, cuando esta tecnología aún estaba en pañales. Una historia que trajo al presente en 2005 el coronel del Ejército del Aire Jorge Clavero en forma de libro: Hermanos Martín Campo. Pilotos aviadores en la Guerra Civil española.
La exhibición de aviones y helicópteros es solo una de las partes de un proyecto mucho más ambicioso, que plantea también la posibilidad de pernoctar en el interior de un helicóptero militar de combate. La aeronave en cuestión es un Boeing CH-47 Chinook, un bimotor con rotores en tándem utilizado por el Ejército para el transporte de tropas y carga pesada. Sus dimensiones asustan: 30,1 metros de largo y 5,7 de alto, con una capacidad de carga de 12.700 kilos y la posibilidad de transportar hasta 55 soldados.
«Queremos habilitar el helicóptero como si de una vivienda se tratara y ofrecer la posibilidad de pernoctar en su interior», explica a Diario Palentino el alcalde, Fernando Cantero, firme defensor de un «proyecto único» con el que se quiere «revitalizar» el municipio y atraer visitantes.
Además, el Museo de la Aviación contará con paneles informativos, maquetas, maniquíes y una sala didáctica relacionada con la mecánica de vuelo y los orígenes de la aviación en España. Asimismo, dispondrá de servicios como taquilla, tienda, espacio expositivo, bar y aseos.
La financiación necesaria es inasumible para un Ayuntamiento como el de Antigüedad, de ahí su intención de recurrir a fondos europeos y llamar a las puertas de «todas las instituciones» en busca de ayudas para un proyecto que quiere convertir a la localidad en un «punto destacado» para los turistas que visitan la provincia palentina y, más concretamente, la comarca del Cerrato.
NUEVO HELICÓPTERO. La instalación del McDonnell Douglas F-4 Phantom III fue el punto de partida de un proyecto que va cogiendo forma a medida que pasan los años. Como muestra, hace unos días llegaba a la localidad cerrateña un helicóptero procedente de la base Coronel Sánchez Bilbao del Ejército de Tierra en Almagro (Ciudad Real).
Por el momento, el aparato reposa lejos de la mirada de los vándalos en el pabellón municipal de deportes, a la espera de conseguir la financiación suficiente para el vallado perimetral de las 2,5 hectáreas (25.000 metros cuadrados) de terreno donde se quiere ubicar el museo, único en su género. Ese momento llegará, previsiblemente, entre primavera y verano. Antes, el Consistorio tendrá lista la explanada de la finca, para lo que ha conseguido una subvención directa de la Diputación a través de la convocatoria para proyectos singulares.
A partir de ahí llegarán más aparatos, tanto cedidos por el Ejército (en estos días se ha cerrado una reunión con la Secretaría de Estado de Defensa con este fin) como por coleccionistas privados con los que ya se ha alcanzado un acuerdo o se está en aras de conseguirlo. El número exacto no se conoce, pues la exposición irá incrementándose de forma progresiva en la parcela habilitada para dicho fin a escasos metros del Phantom III.