La diócesis abre en la catedral el Año Jubilar de la esperanza

DP
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El obispo, Mikel Garciandía, presidió la eucaristía en cuya homilía convocó a los jóvenes a que en el mes de julio hagan una peregrinación por el Camino Lebaniego Castellano

La diócesis abre en la catedral el Año Jubilar de la esperanza - Foto: Sara Muniosguren

La diócesis, como otras muchas del mundo católico, se unió ayer al comienzo del Jubileo 2025 con una  eucaristía  presidida por el obispo,  Mikel Garciandía, en la catedral y que también sirvió para conmemorar la fiesta de la Sagrada Familia. Previamente al inicio de la misa, tras la lectura de un pasaje del Evangelio por uno de los diáconos, y la lectura de la Bula de convocatoria del Jubileo por parte de la secretaria-canciller, desde la capilla de San Bernabé se procesionó hasta la seo un Cristo gótico procedente del Museo Diocesano. La imagen se situó en el presbiterio durante la celebración de la eucaristía y al finalizar recorrió en procesión  las naves de la catedral hasta la capilla del Sagrario, donde permanecerá durante todo el Año Jubilar.

El 24 de diciembre, con el rito de Apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro por parte del Papa Francisco se abrió oficialmente el Jubileo 2025. Un Año Jubilar que lleva por lema Peregrinos de la Esperanza y que fue convocado el pasado 9 de mayo con la bula Spes non confundit.

En su homilía, Mikel Garciandía señaló que la catedral será la referencia jubilar para todos los palentinos. «La cruz estará en la Capilla del Santísimo, abierta diariamente al culto y a la oración, así como la capilla penitencial del ábside, será la referencia principal para celebrar el Sacramento de la Reconciliación», explicó. 

Asimismo, propuso el Camino Lebaniego Castellano como ocasión para hacer una peregrinación de esperanza y convocó a los jóvenes a hacerlo el mes de julio. «Peregrinar a Roma será para muchos de nosotros una gracia especial, y habrá convocatorias a lo largo del año, para atravesar las puertas santas de sus cuatro basílicas mayores», dijo.

Finalmente, el obispo alentó a toda la diócesis a discernir y elegir un gesto jubilar para con un grupo humano vulnerable, especialmente golpeado con la injusticia. «Os animo al sector de la acción caritativa y social a vehicular este deseo, que viene de Dios», subrayó. «Ojalá que cuando clausuremos el Año Jubilar, muchas puertas cerradas, bloqueos, incomprensiones y prejuicios hayan quedado atrás», concluyó.