El pasado día 6 de este mes el Athletic Club se proclamó campeón del torneo de la Copa del Rey, y el día 11 lo celebraron con un paseo triunfal por la ría en la mítica gabarra.
Hacía 40 años que los bilbaínos no lograban este título, pese a que hasta hace unos años era el equipo que más trofeos de esta competición atesoraba, lo que le valió el apelativo de Rey de Copas.
Una de las ediciones en la que levantó este trofeo fue la de 1914. Hace nada menos que 110 años. Era su quinto campeonato en la competición copera.
Por el Cerrato sin gabarraEn el periplo de eliminatorias del Athletic Club en aquella edición tuvo un curioso protagonismo el Cerrato, así como Palencia capital.
Lo que actualmente se denomina Copa del Rey en aquellos tiempos se denominaba Campeonato de España y le disputaban los campeones de los respectivos torneos regionales.
El Athletic Club había sido campeón de la zona Norte y le tocó disputar las semifinales contra el Real Vigo Sporting, campeón de Galicia.
Por el Cerrato sin gabarraEl partido de ida, el 29 de marzo en Bilbao, registró el contundente resultado de 11-0. Con la eliminatoria sentenciada, el partido de vuelta se fijó para el 5 de abril a las 16 horas.
Viajaban los vascos en tren camino de Vigo, pasando por Venta de Baños, importante nudo ferroviario. La parada del tren en la localidad venteña sería por un espacio de seis horas. Los jugadores se apearon del convoy y según las crónicas de la época lanzaron clamorosos hurras y vivas a Castilla y a Vizcaya (denominación oficial de la época), ante el grupo de aficionados congregados en el andén.
Seis horas daban para mucho, así que se acercaron al monasterio trapense de San Isidro, conocido como La Trapa, donde los monjes les obsequiaron con chocolate que ellos mismos fabricaban, lo que provocó nuevos hurras.
A continuación decidieron realizar algún tipo de entrenamiento físico y no se les ocurrió otra cosa que ir a la carrera hasta Palencia. Primero a paso largo y después a paso gimnástico militar, según se lee en la prensa de la época. En la capital palentina, tras descansar un rato, entrenaron con balón en un descampado, haciendo combinaciones, ante la mirada de un buen número de palentinos. Tras el entrenamiento, nuevo descanso y visita a un edifico renacentista y a la catedral (la Bella Desconocida palentina, no su campo de San Mamés, construido justo un año antes y posteriormente conocido como La Catedral del fútbol).
Tras inmortalizar la visita con sus cámaras de fotos, vuelta a Venta de Baños a pie. Entre ida y vuelta, 28 kilómetros.
De nuevo al tren para despedirse del Cerrato camino a tierras gallegas, donde finalmente empatarían a tres goles.
Clasificados para la final, su rival fue el Foot-Ball Club España, campeón de Cataluña, que en semifinales había eliminado a la Sociedad Gimnástica Española, campeón de la zona Regional Centro.
La final se disputó el 10 de mayo en Costorbe, campo del Real Racing de Irún, por haber sido este equipo el campeón de la edición anterior.
El Athletic Club formó con Ibarretxe, Solaun, Hurtado, Eguía, Belauste I, Iceta, Etxebarría, Pichichi, Zuazo, Apón y Balauste II. La mayoría, si no todos, integrantes de la expedición que corrió por tierras cerrateñas un mes antes.
Por su parte, el Foot-Ball Club España alineó a Puig, Prat, Mariné, Salvo I, Casellas, Salvo II, Coletas, Baró, Bellavista, Passani y Villena.
Ganaron los vascos 2-1, con dos goles de Zuazo en los minutos 20 y 29. Recortaron distancias los catalanes por medio de Villena en el minuto 88.
Al igual que este año, en 1914 campeonó el Athletic Club. Y visitó y se paseó a la carrera por el Cerrato; pero, eso sí, antes de la final y sin gabarra.
VISITAS DEL ATHLETIC CLUB A VENTA DE BAÑOS.
Al margen de la anecdótica visita a la carrera relatada anteriormente, el Athletic Club estuvo en Palencia capital para disputar un partido de Copa. Fue el 14 de febrero de 1980 en La Balastera, con resultado de 1-2 para los vascos. El partido de vuelta, en San Mamés seis días más tarde, finalizó 2-0.
Venta de Baños también ha albergado partidos con los rojiblancos, en concreto con sus secciones inferiores.
El equipo juvenil ha participado varias veces en los torneos organizados por la peña El Palomo Viudo.
Y también en competición oficial, de nuevo la Copa. Y con anécdotas.
La edición de 1977 emparejó al Venta de Baños con el filial rojiblanco, el Bilbao Athletic. El partido de ida era el 14 de septiembre en San Mamés. Al ser día de diario y tener que trabajar muchos jugadores del equipo cerrateño, salieron muy tarde de Venta de Baños camino de Bilbao. A falta de tan solo media hora para el inicio del encuentro se encontraban aún en el autobús. Los jugadores se fueron cambiando en el propio autobús, y al entrar en la ciudad solicitaron a un policía municipal que les guiara y abriera paso hacia San Mamés. El equipo local ya pensaba que habría incomparecencia, pero llegaron y fue bajarse del autobús ya vestidos y entrar al terreno de juego. El resultado fue de 4-0.
La directiva venteña fue recibida por el mítico Gainza, quien les llevó al palco y les colmó de canapés. Como club modesto que militaba en Tercera División, nunca se habían visto en una parecida y el presidente Gercelino Montoya, le dijo a Gainza «en el partido de vuelta no podemos corresponder así». Gainza lo entendió y alabó los sacrificios hechos para sacar adelante un club tan modesto.
Ese partido de vuelta, disputado el 29 de septiembre en el Polideportivo Amador Alonso, deparó un resultado de 0-1.
La alineación del equipo cerrateño estuvo formada por Pereira, César, Josechu, Aparicio, Ruiz, Mariano García, Bayón, Zapico, Santi, Burgos y Pirón.
En aquel Bilbao Athletic jugaban futbolistas de mucha calidad que acabaron subiendo al primer equipo. Entre ellos Argote, que después sería campeón de Liga con el primer equipo rojiblanco en 1983 y 1984.
Por cierto, en Venta de Baños existe la Peña Venteña Athletic Club, creada el 29 de noviembre de 1997.