La asesoría jurídica del Sindicato de Enfermería, SATSE, en Palencia se hizo cargo de la reclamación de una enfermera que durante el período de pandemia desarrolló su actividad en primera línea. La enfermera atendió pacientes COVID cuando se desconocían las características, gravedad y alcance de la enfermedad. Lo hizo en la unidad de cuidados intensivos, cuando no había equipos de protección y faltaban las mascarillas, el riesgo de contagio y la posibilidad de transmitirlo a la familia era enorme. Tampoco había suficientes enfermeras, por lo que la demanda asistencial y la sobrecarga de trabajo superaban lo exigible. Tenían que sustituirse unas a otras en un clima laboral de incertidumbre y presión.
En ese contexto, y para agradecer la entrega y el trabajo de los/las profesionales que se enfrentaron en momentos tan difíciles a la situación, la Gerencia Regional de Salud estableció unas gratificaciones. En la primera Resolución, la Gerencia acordaba "conceder gratificaciones como compensación por el extraordinario esfuerzo realizado para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 a los profesionales de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Palencia de la Gerencia Regional de Salud."
En el listado la enfermera, que trabajó todo el tiempo sin más descansos que los mínimos establecidos, no aparecía, por lo que, a través de la asesoría jurídica del sindicato de enfermería SATSE Palencia, presentó una reclamación sin obtener respuesta. Ante la avalancha de reclamaciones de profesionales en situación parecida a la de esta enfermera, la Gerencia publicó otras dos resoluciones posteriores con corrección de errores y en las que tampoco apareció. La Gerencia ignoró sus alegaciones y las de otros tantos profesionales en situaciones parecidas que se fueron quedando en el camino. Tres días antes de que se celebrara el juicio (dos de ellos fin de semana), la Gerencia emite una resolución dando la razón a la enfermera y concediéndole, por fin, la merecida gratificación