«Soy de Palencia, es lógico que me salga música de mi tierra»

Pablo Torres
-

El nuevo proyecto musical del artista Alberto Acinas se estrena hoy en la capital con un concierto en el bar Universonoro (calle San Juan de Dios, 3). El grupo Palmaz se subirá a partir de las 21 horas al escenario

Alberto Acinas (segundo por la izquierda) junto al resto de integrantes de Palmaz - Foto: DP

En marzo de 2023, el artista plástico Alberto Acinas inició una andadura musical con Ángel Hernández. Este dúo, inicialmente denominado Tovar y Tuset (sus segundos apellidos), pronto se amplió a cuartero con las incorporaciones de la bajista Susana Palmaz (apellido que bautiza a la banda) y la segunda guitarrista, María Jiménez. 

Ahora, con el nombre de Palmaz, llegan a la capital para ofrecer su tercer concierto tras haberse subido a un escenario en Madrid y Ávila. Su estilo, denominado por ellos mismos como Drama rural, bebe de las raíces del folclore castellano, con unos ritmos más «intensos y eléctricos». Si bien todavía no hay rastro de sus canciones en internet, pues su primera grabación oficial no llegará hasta marzo, muchas de las melodías que sonarán hoy (21 horas) en el bar Universonoro son adaptaciones de canciones de Acinas, tales como En este pueblo o Abanico nuevo. Además, allí estará el artista palentino Samain Dj.

Denominan su género musical como drama rural. ¿A qué hace referencia este término?
Tenemos varias canciones, como En este pueblo o Las campanas, que narran un conflicto en el medio rural. 

Fui un día a la filmoteca española porque a mi compañero de estudio, Abel Hernández, le habían encargado sonorizar en directo la película silente Lucha de corazones (1912). Presentaron este largometraje como un drama rural. Según lo pronunciaron, me gustó el término. Es cierto que se emplea más en el ámbito del cine y el teatro, pero creemos que se adapta también a lo que representa nuestra música. 

¿Qué rasgos musicales puede destacar de él?
Cuando tocamos en Ávila, un chico nos dijo que nuestra música se asemejaba a ritmos terciarios, que son los que se emplean en el folclore castellano. Tampoco lo entendí mucho, pues soy pintor y mi acercamiento a la música es más plástico e intuitivo que puramente musical. Nuestra bajista Susana, por ejemplo, entiende más. 

El folclore castellano es lo que, sin pretenderlo, he hecho siempre. La gente me decía que mis canciones se asemejaban a las jotas, algo que, al principio, no me sentaba bien. Así como después abracé a este estilo, al comienzo no me gustaba nada. Lo acabé asumiendo porque tenía todo el sentido del mundo: si soy de Palencia es lógico que me salga música de mi tierra.

¿Cómo comienza Palmaz?
Empezamos Ángel (el batería) y yo siendo un dúo. Él tocaba en más bandas, pero había un día a la semana que tenía libre y me propuso aprovecharlo. Comenzamos únicamente con guitarra, batería y voz. 

Al principio, adoptamos de nombre nuestros segundos apellidos, por lo que nos llamábamos Tovar y Tuset. Después de los primeros ensayos se incorporó Susana Palmaz, la pareja de Ángel, y entró a formar parte de la banda. Cuando nos dijo su primer apellido decidimos utilizarlo como nombre, ya que, en cierto modo, representaba nuestros orígenes: pal de Palencia, mi ciudad; y maz, de Madrid, escrito de forma castiza con z. 

Hemos empezado hace muy poco. Los primeros ensayos tuvieron lugar en marzo del año pasado. 

¿Han actuado alguna vez con el nombre de Palmaz?
En Madrid y en Ávila. El de Palencia es el tercer concierto. Eso sí, todavía no hemos grabado nada, más allá de algún que otro ensayo de forma muy precaria. 
Tenemos claro que vamos a grabar este marzo, cuando la banda cumpla un año, en Asturias, en el estudio de Pablo Und Destruktion.  

Ya que no hay ninguna huella en internet de lo que es su grupo, ¿cómo invitaría al público palentino al concierto de hoy?
Muchas de las canciones que tocamos son mías, como En este pueblo o Abanico nuevo, solo que adaptadas al formato banda. El sonido es diferente, más intenso, duro y, sobre todo, eléctrico.

Visto así, su estilo puede considerarse una derivación del folk
Desde luego que el folclore está presente. De hecho,  la canción Todos tenemos razón es una jota como tal.

Usted es artista plástico. ¿En qué momento decide dar el salto a la música?
Hace muchísimo. Siempre me ha gustado hacer mis canturreos entre cuadro y cuadro. Hay humor sonoro en mi mente. Me salían pequeños versos, que unas veces apuntaba y otras no. 

Empecé a mostrarlos cuando tuve mi primer ordenador, en 1998. Antes no tenía modo de recopilarlo, o, en el mejor de los casos, lo grababa con casetes de una forma muy precaria. 

Siempre he estado muy cerca de músicos, incluso más que de pintores. Se lo enseñé a mis amigos y les encantó. Muchos conocidos dedicados a la música se quedaron sorprendidos de que diera con cosas con las que ellos no daban. Me animaron a continuar hasta el punto de llegar a oídos de gente dispuesta a       financiarlo. 

Comparten escenario con el artista Samain Dj
Le ha pasado un poco lo mismo que a nosotros. Él hacía otro tipo de música hasta que se dio cuenta de la riqueza que teníamos con el folclore de Castilla.Estuvo unos años en Berllín (Alemania), pero ahora ha vuelto a la provincia.

Hace ya tiempo que dirige su sello Samain Music. Su proyecto personal, Castora Herz, tiene la característica de la folktrónica, que mezcla el folk con las vanguardias musicales actuales.

Le conocía solo de redes sociales. Este año, hemos empezado a coincidir un poco más proque me apunté a un curso de música electrónica que imparte en la Universidad Popular. Voy todos los jueves desde Madrid. Ahí es cuando empezamos a tener más contacto. Le propuse que compartiera con nosotros la velada de hoy y accedió.Se podría decir que estamos unidos gracias a la Universidad Popular.