Casi la mitad de las familias va al colegio en coche

Carlos H. Sanz
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El Ayuntamiento y la UVa inician en el Padre Claret un nuevo camino escolar con la intención de aplicarlo a todos los centros para reducir el uso del vehículo y dar más autonomía a los menores

Casi la mitad de las familias va al colegio en coche

Entre el 37,8 y el 49% de las familias palentinas lleva a sus hijos al colegio en coche. Son trayectos que duran entre 7 y 10 minutos y que no suponen un ahorro de tiempo respecto a ir andando, ya que reconoce que a pie tardarían entre 12 y 15 minutos. Utilizar el coche para llevar a los niños al colegio más que una cuestión de tiempo o distancia -apenas el 8,2% usa el vehículo porque vive en el alfoz-, lo es de costumbre, prisas o comodidad porque luego hay que desplazarse al lugar del trabajo. 

Así consta en el estudio elaborado por el departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación de Palencia de la Universidad de Valladolid, el cual se ha llevado a cabo gracias a la financiación de los fondos europeos de la Edusi. Un informe a partir del cual el Ayuntamiento, de la mano de la universidad, se ha marcado el objetivo de «asentar la estructura de los caminos escolares en la ciudad como laboratorio urbano para la movilidad escolar sostenible y sentar las bases de una ciudad educadora donde, dentro de unos años, nadie se plantee llevar a sus hijos al colegio en coche», aseveró ayer la alcaldesa, Miriam Andrés.

Un grupo de profesores e investigadores de la Facultad de Educación, coordinado por la docente María Tejedor, analizó 24 centros escolares de Educación Infantil y Primaria de la capital y analizó las respuestas de 818 cuestionarios respondidos por las familias que forman parte de la comunidad educativa de esos colegios. 

«Hemos identificado el patrón de hábitos de movilidad de las familias en lo que se refiere a los trayectos de ida y vuelta al colegio pero también en su relación con los movimientos de la infancia por la ciudad. Ahora, superada la fase de análisis, toca iniciar la de intervención para lo que se becará a estudiantes de Educación», explicó María Tejedor.

El objetivo, aseveró la coordinadora del proyecto, es lograr «una movilidad más sana y saludable para nuestra infancia». «Después de pasar muchas horas sentados en el aula, ir y volver al colegio tiene que ser un momento de alegría, relación con la ciudad y el medio ambiente», añadió.

«Pero -continuó- también se busca la autonomía infantil. Solo entre el 7 y el 13% de los menores de Palencia van solos al colegio», aseveró Tejedor, que contrapuso el miedo de los padres a que los menores vayan solos al colegio o jueguen al balón en la calle a la seguridad que creen que tienen «cuando juegan solos en casa conectados a internet».

aplicación. Manuel Gil, uno de los investigadores del proyecto, explicó que después de recopilar toda la información, se ha utilizado una herramienta -Open Street Maps- para hacer una ruta para cada centro educativo. «Todos los centros tienen a disposición esta herramienta. Es el punto de partida a partir del que empezar a trabajar porque ahora estamos contrastando toda la información de las familias para establecer una ruta definitiva para cada centro», detalló. 

De momento, se ha puesto en marcha un primer camino seguro piloto en el CEIP Padre Claret, aunque la idea es extenderlo a todos en los próximos años. Se ha instalado la señalética de la ruta de ida y vuelta y se han definido puntos de encuentro seguros. «Las señales ayudan a identificar los lugares por donde transitan los escolares y ponen en actitud de alerta y cuidado tanto a los adultos como a los niños», recalcaron.

Y es que los caminos escolares necesitan de la implicación de la sociedad civil, tal y como argumentó Tejedor. Por ello, durante los próximos meses, además de la difusión en medios de comunicación y redes sociales del proyecto, también se expondrá al comercio local para lograr su implicación, logrando que los comerciantes de la zona de cada colegio se identifiquen como «amigos de los caminos escolares».

Obviamente, la presencia de la Policía Local en las calles es un factor que las familias conciben como imprescindible. «Se trata no solo de que vigilen sino también de que asesoren durante el camino escolar y se conviertan en referentes», detallaron los impulsores de este proyecto.

Se pondrán en marcha también medidas prácticas, como la ampliación del tiempo para los peatones en los semáforos, sobre todo en los pasos peligrosos y, según explicó María Tejedor, «a final de curso se planteará cortar las calles durante unas semanas entre las 8,45 y 9 horas; y las 14 y 14,15 horas para ver si facilita la posibilidad de que los niños vayan solos». 

Otro eje clave es la formación, tanto de los niños como de las familias y los docentes, por lo que los centros escolares recibirán durante los próximos meses cursos formativos sobre movilidad sostenible.