Ruiz de Velasco, a punto de salir a hombros en Sevilla

DP
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El burgalés, formado en la ET de Palencia, cortó una oreja con petición de la segunda con novillos de Dolores Rufino tras una faena con sabor añejo

Ruiz de Velasco, a punto de salir a hombros en Sevilla

El alumno de la Escuela Taurina Palencia Ruiz de Velasco estuvo a punto estuvo de salir a hombros de Sevilla tras cortar una de las dos orejas que se concedieron en el festejo, y recibir fuerte petición de los tendidos maestrantes para el segundo apéndice, que la presidencia no atendió. Un festejo en el que esta joven promesa burgalesa formada en Palencia hizo el paseíllo junto a otros cinco novilleros: Julio Romero, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla; Ortiz Montes, de Écija; Guillermo Luna, de la Escuela Taurina Municipal de la Algaba; Sergio Rollón, de la Escuela Taurina El Juli y Julio Norte, de la de Salamanca, quienes dieron cuerta de un noble encierro de la ganadería de Dolores Rufino.

El que le tocó en suerte a Ruiz de Velasco no se dejó con el capote, truncando su lucimiento. El novillo fue mejorando sacando un fondo de nobleza y clase en la muleta. El burgalés realizó una labor muy torera, con una gran mano izquierda, encajado en los riñones y templando. Hubo algún naturales en los que paró el tiempo. Con la diestra también dejó buenas tandas de gran ligazón y ajuste. Los remates tuvieron sabor a añejo, a otros tiempos. Todo lo que hizo fue con mucho sentido y pasión. Mató de gran estocada, ahí que se le premiara con oreja y petición de la segunda.

Idénticos trofeos consiguió Guillero Luna. Toreó en tercer lugar con gusto y temple de capote. El novillo, encastado y con clase, fue aprovechado por el de Trigueros. Tras un inicio de faena de exposición, llegó un buen toreo por ambos pitones. Muletazos de buen trazo y figura erguida buscando la estética en todo momento y mostrando su peculiar forma de concebir el toreo. Demostró también variedad en los remates. La faena mantuvo la intensidad en todo momento, pero fue la última tanda en redondo donde entró de lleno el público. Estocada casi entera y oreja merecida.