La figura de Javier Cortes Álvarez de Miranda, descubridor de la Villa Romana La Olmeda de Pedrosa de la Vega, continúa intacta en el corazón de todos y cada uno de los vecinos de la comarca, de quienes le conocieron personalmente y de los que exploraron de su mano la grandiosa colección de mosaicos del Bajo Imperio Romano que ha llegado hasta nuestros días.
En el mismo lugar en el que el 5 de julio de 1968 -efeméride de la que este 2016 se cumplirán 48 años- encontrase de manera fortuita las primeras teselas, se le rindió ayer un emotivo y merecido homenaje. Un reconocimiento promovido por la Diputación Provincial para dejar constancia de la reciente concesión a título póstumo de la Medalla de Oro de las Bellas Artes por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Un sencillo acto que consistió en el descubrimiento de una placa conmemorativa situada junto al busto de Cortes que preside la entrada principal de la VRO y que recordará su importante papel durante años en pro de una de las señas de identidad de la provincia.
Hasta el vestíbulo central del complejo museístico se desplazaron representantes políticos de todos los niveles que fueron invitados por la presidenta de la Institución Provincial, Ángeles Armisén, entre los que se encontraban: el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo; la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro; la consejera de Agricultura, Milagros Marcos; diputados provinciales y nacionales, procuradores, alcaldes y concejales de varias localidades del entorno, entra otras muchas autoridades.
También parte de la familia quiso vivir en primera persona este día tan señalado. Entre ellos se encontraba el que fuera Defensor del Pueblo y presidente del Congreso de los Diputados Fernando Álvarez de Miranda, primo de Cortes.
Lugar de encuentro para amigos que quisieron recordarle en el que fue su segundo hogar durante décadas. Un yacimiento que sigue sorprendiendo a quienes lo visitan -475.558 turistas desde su reapertura al público en 2009- y que constituye uno de los conjuntos de la época clásica mejor conservados del mudo.
Uno de esos entrañables amigos que compartió parte de su vida con Cortes fue el alcalde de Saldaña, Gerardo León, quien destacó del homenajeado que «vivió la plenitud de su vida vinculado a este emplazamiento» al tiempo que recordó su carácter «reservado, alejado de cualquier protagonismo. Javier era un hombre pegado a una chaqueta de pana con un gran interior, ojalá hubiese más personas como él».
Armisén puso a quien hizo todo lo que estaba a su alcance para sacar adelante este yacimiento como «ejemplo de trabajo y dedicación» y ensalzó su esfuerzo durante años «hasta que en un acto de generosidad cedió el complejo a la Diputación de Palencia para que todo el mundo pudiese disfrutar de este espléndido lugar». Asimismo, enfatizó que La Olmeda «fue su gran pasión y, a partir de que los primeros hallazgos saliesen a la luz, la razón de su existencia».
El encargado de cerrar el acto fue Méndez de Vigo, que reconoció «la labor de quienes, como Javier, llevaron a cabo la admirable tarea del fomento, desarrollo y difusión de este rincón de la provincia». De igual modo, mostró su deseo de que el acto que ayer presidió «sirva de buen acicate para que mucha más gente venga a la villa y contribuya también a acrecentar el turismo en Palencia».
‘MUSEO MONOGRÁFICO’. Una vez finalizado el evento central en Pedrosa, la comitiva se desplazó hasta la vecina localidad de Saldaña donde continuaron los actos en honor a este palentino ilustre en el Museo Monográfico de LaOlmeda.
A las puertas de la iglesia de San Pedro una escultura a tamaño natural de este hombre que lo fue todo para su tierra daba la bienvenida a los vecinos que quisieron estar presentes en este día tan importante para el municipio.
Allí se descubrió una segunda placa en su memoria y se proyectó un documental sobre el mecenas de la VRO que sirvió para conocer en un formato más íntimo a este saldañés que continúa en la memoria de sus paisanos casi siete años después de su fallecimiento. La Coral Ave María puso el broche de oro a esta entrañable jornada.