Guardo, corazón del Camino Olvidado a Santiago

Eduardo Gutiérrez Pérez
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De ruta hacia la Montaña Oriental Leonesa

Guardo, corazón del Camino Olvidado a Santiago

Amigo lector, llegamos al final de este recorrido por las bellas tierras de la Montaña Palentina. Un trayecto que nos ha procurado multitud de satisfacciones, en el que hemos descubierto la riqueza patrimonial de nuestros pueblos de montaña, su portentosa naturaleza y la hospitalidad de sus gentes, ilusionados con el discurrir de este Viejo Camino.

En la anterior etapa, nuestros pasos se encaminaron al término municipal de Guardo. Nos dio la bienvenida Muñeca de la Peña, donde disfrutamos de la ermita de Santa Águeda, que bien merece un suspiro. Al sur, se ubica Intorcisa, que ostenta una excelente iglesia conocida como San Juan el Verde. Este templo, aunque con diversos añadidos y reformas, posiblemente date de tiempos del protogótico, aunque es harto difícil catalogar su fecha de construcción. Consta de una sola nave y en su altar luce un retablo con columnas de estilo salomónico. 

Guardo recibe al peregrino con entusiasmo. Al acecho la gentil Estrella, preparada cámara en mano para inmortalizar el momento. La localidad norteña está realizando un gran esfuerzo para promocionar esta senda jacobea. No en vano, fue sede de los dos primeros congresos del Camino, promovidos por su corporación municipal, con su alcalde a la cabeza, Juan Jesús Blanco, buen amigo y gran persona. El Camino nos adentra en pleno casco urbano y se dejan divisar los pináculos de la fachada del palacio del arzobispo Bullón,un buen momento para acercarnos y contemplar su monumental fachada barroca, recientemente restaurada. 

A muy poca distancia, encontramos la iglesia de San Juan, custodia de la memoria histórica de esta noble villa. Un paseo peatonalizado linda con la iglesia y la Casa de la Cultura. Ofrece un templo acuñado en los tiempos del gótico florido. Guardián de una impresionante pila románica, de la reliquia de Santa Columba (853) y de otras joyas patrimoniales que presumen ser del mejor barroco del norte. 

Desde la iglesia observamos una bella panorámica de la localidad. La plaza del Otero se ha convertido en un buen mirador para disfrutar del casco urbano de Guardo en toda su extensión. La oficina de turismo, ubicada en la intersección de la carretera de León, es una coqueta edificación que rinde homenaje al románico palentino. Este lugar, que ahora luce unas impresionantes letras corpóreas con el nombre de la localidad, ofrece unas impresionantes vistas del pico Espigüete, del casco urbano, y cómo no, del tren peregrino, La Robla. 

Nos dirigimos a la ermita del Cristo, primero por la calle que da acceso al albergue y a los antiguos lavaderos de Explosivos, hoy centro de interpretación de la extinta fábrica, para enlazar, una vez cruzada la carretera de León, con precaución, con una senda arbolada que nos dirige a la Fuente del Peregrino que finaliza a las puertas de un templo cargado de historia y leyenda. Desde aquí a San Pedro de Cansoles, antiguo paso de la trashumancia, hoy testigo del paso peregrino.

velilla. No podemos abandonar Guardo sin hacer una visita a la localidad vecina de Velilla del Río Carrión. Pueblo eminentemente jacobeo, se extiende por buena parte del Parque Natural de la Montaña Palentina. Acuña impresionantes rutas que el peregrino del siglo XXI no debe perderse. Celebra intensamente las fiestas de San Juan ante un idílico paraje, que acoge a la ermita de San Juan de Fuentes Divinas y a su enigmática, doble milenaria, Fuente de La Reana. Tierra de romanos, de camáricos, de nobles vecinos, mantiene una intensa historia que, en nuestra opinión, pone un colofón de oro a este intenso Camino de la Montaña.