Nata (el más demandado), crema, trufa, chocolate... Las posibilidades del relleno son casi infinitas y, el resultado, siempre exquisito. El roscón de reyes fue ayer el protagonista indiscutible de los desayunos, las sobremesas y las meriendas de miles de palentinos, que acudieron en masa a diferentes establecimientos para hacerse con uno de estos regios manjares. Un pequeño capricho en forma de dulce tradicional con el que despedir las navidades con un inmejorable sabor de boca.
Desde los de una o dos raciones hasta los más grandes, de seis o más (aproximadamente un kilo de peso y los más demandados), no hubo casa en la que no se tentara a la suerte. Y es que la disputa volvió a estar entre quién se llevaba la figura del premio y se ceñía la corona y quién se encontraba en su porción la indeseada haba. Sin embargo, lo realmente importante era compartirlo con la familia, los amigos y los allegados en una de las fechas más entrañables del año y elegir un buen producto en el que prime la calidad por encima del precio.
Esa calidad se encuentra en las pastelerías y panaderías repartidas a lo largo y ancho de la geografía palentina, que elaboran el roscón de reyes de manera artesana, poniéndole empeño y echándole muchas horas en el obrador con ingredientes tales como huevos, leche, harina, mantequilla, azúcar, sal o levadura para la masa, amén de la fruta escarchada o las almendras para decorarlos. Uno de esos establecimientos es Ayuela (Jesús y Carmen), donde ponen el acento en la importancia de usar productos de primera calidad, no industriales. «Se valora cada vez», concretan sus propietarios, que han despachado estos días cientos de unidades de todas las variedades, incluso algunos con doble relleno. De hecho, las ventas de mantienen prácticamente idénticas con respecto a años anteriores.
MUY GOLOSOS
Los palentinos han demostrado ser muy golosos, pues si bien es cierto que ayer y el viernes fueron los dos días en los que más se facturó en panaderías y pastelerías, donde el producto voló en las primeras horas del día, algunos comenzaron a consumirlo ya desde antes de Navidad. Además, la venta no solo se circunscribe a estos días, sino que hay quienes (una pequeña minoría) lo demandan por encargo durante todo el año.
Golosos sí, pero previsores no tanto. Y es que si bien muchos habían reservado sus roscones con antelación, otros tantos acudieron ayer a la aventura para comprar el suyo. De ahí que los artesanos tuvieran en stock muchas más unidades que las inicialmente reservadas, para dar respuesta a la gran demanda que se registra habitualmente el propio día de Reyes.