l 28 de julio de 2009, el entonces ministro de Fomento, José Blanco, y los presidentes de los Gobiernos regionales de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, recorrieron en autobús los 38 últimos kilómetros por abrir en la autovía de la Meseta a Cantabria, entre Marcilla de Campos y Alar del Rey. Algunos de esos kilómetros se hicieron rápidamente, con los plazos pisando los talones e incluso, en ciertos casos, sobrepasado en ocho meses el tiempo fijado por el Gobierno central.
Diez años después los tramos Santillana-Osorno, Osorno-Villaprovedo, Villaprovedo-Herrera y Herrera-Alar tan tenido que ser remozados con reasfaltados (algunos usuarios lo denominan parches), ya que han sido los que han presentado el peor estado de conservación de toda la autovía, incluidos los kilómetros de Cantabria. Peor que el asfalto de la zona montañosa entre ambas provincias, más castigado por las nevadas, el paso a las quitanieves y el uso de fundentes durante el invierno.
Como ya indicaba Óscar Herrero en sus crónicas de la época, los problemas comenzaron a notarse al acercarse desde el sur a la localidad de Frómista. La enorme elevación que se construyó para salvar el Canal de Castilla provocó que se tuviera que actuar casi constantemente en este tramo para tapar los blandones que iban apareciendo. De hecho, el parcheado de un carril o de toda la calzada es habitual y no siempre ha logrado acabar con el ademán de vuelo de los vehículos. No sólo en este tramo, sino en toda la autovía entre Frómista y Alar del Rey.
A los hundimientos y la diferencia de altura en los estribos de los puentes y pasos de la autovía, que se pueden considerar una enfermedad de juventud, habría que añadir el bacheado prácticamente continuo que han sufrido los vehículos en estos tramos.
El paso de los automóviles generó una especie de rodera a lo largo de estos más de 40 kilómetros en el carril derecho de ambas calzadas.
Esto provocó que algunos conductores optaran por salirse de la trazada natural y ocuparan parte del arcén para evitar la molesta y peligrosa vibración al volante a causa de esta falla continua en la autovía.
Por lo demás, el estado de los tramos más al norte es, paradójicamente, mejor que el de los de la zona del Boedo y la Ojeda. Y todo, a pesar del paso casi continuo de las quitanieves. Salvo los puentes sobre la N-611, las líneas ferroviarias Palencia-Santander y Quintanilla-Barruelo, el Aguilar-Cantabria está más que aceptable para el trato que sufre, al igual que la circunvalación de Aguilar de Campoo, aunque ya fueron rectificados en algunos puntos hace unos años.
En buen estado está también el Alar-Puebla de San Vicente, donde se encuentran las estructuras singulares más importantes de la Autovía en Palencia: los túneles de Nogales y cuatro viaductos con casi dos kilómetros en su conjunto.
Por encima de Puebla de San Vicente, sólo se encuentra aquejado de blandones, el tramo Puebla de San Vicente-Aguilar.
Y no se puede decir que la Demarcación de Carreteras de Palencia, dependiente del Ministerio de Fomento, esté parada. Más bien todo lo contrario, dado que cada poco tiene que realizar nuevas obras y mejoras en las zonas más castigadas.
Según los datos facilitados a Diario Palentino , desde 2009 hasta ahora se han destinado poco más de 41 millones de euros (sin IVA) a labores de conservación integral en esta vía de alta capacitación. El primer contrato suscrito (51-P-0103) se aprobó por un importe líquido (sin IVA) de 12.241.897,55 euros, el segundo (51-P-0104) con una cuantía (sin IVA) de 13.003.143,65, de los que 1.914.984,53 euros fueron destinados a firmes, y el último contrato (51-P-0105), que acaba de iniciarse el 29 de septiembre, con un importe de 15.924.112,98 euros (sin IVA) para los próximos tres años. Este dinero se destinará en función de las necesidades, siendo de las primeras el aglomerado de las glorietas de Aguilar en su enlace con la A-67 (pk 103). Además, a través de contratos menores se han invertido en la A-67 más de 1.026.167,11 euros desde 2009, según los datos facilitados por la Demarcación de Carreteras dependiente del Ministerio de Fomento.
Asimismo, se dio el visto bueno a unas obras de emergencia (aprobadas el 21 de septiembre de 2018 por resolución del secretario de Estado con la habilitación de un crédito de 4.648.927,13 euros) para acometer la reparación del firme en diversos puntos de esta autovía, al objeto de subsanar la situación de grave peligro existente en aquel momento.
En la actualidad se encuentran en ejecución varias obras: (3,7 millones de euros) para rehabilitar el firme entre los pk 36,580 al 52,700, en ambas calzadas; y en breve se acometerá la redacción de varios proyectos: 4,4 millones de euros para rehabilitar el firme entre los pk 52,700 al 67,520 y en ambas calzadas; además de otras actuaciones que se encuentran a falta del proyecto, como las rehabilitaciones del pk 94,770 al 104,400) por unos 2.850.000 euros; del pk 78,520 al 89,270 por unos 3.200.000 euros; y del pk 26,880 al 36,580 por unos 3.340.000 euros, según los datos aportados a DP.
Proyectados los enlaces desde Aguilar y la capital a la Autovía de la Meseta
La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento anunció este pasado verano la licitación de un nuevo enlace en la Autovía A-67 (Cantabria-Meseta), concretamente entre los puntos kilométricos 108,750 y 110,500, en el tramo entre Aguilar de Campoo y Mataporquera.
Fomento publicó en el BOE que el valor estimado para esta actuación de mejora de la autovía se sitúa en los 3,3 millones de euros. Con esta intervención, el Ministerio de Fomento conectará la A-67 con la carretera nacional N-611, tanto su trazado actual como el antiguo de la carretera N-611a, y a través de esta última dará acceso a las localidades de Canduela y Quintanilla de las Torres.
Por otro lado, Fomento adjudicó en julio de 2018 a la empresa Incosa la redacción del proyecto del enlace a la A-67 por la capital por un periodo de 24 meses. Incosa se hizo con este contrato por 94.856 euros frente a las ofertas presentadas por otras 11 empresas. Una vez que Incosa entregue el texto, Fomento deberá revisarlo y someterlo a un período de alegaciones y a un proceso de expropiaciones de los terrenos necesarios para las dos calzadas que se construirán desde la calle Portugal (entre La Balastera y el recinto ferial) hasta la A-67, pasando sobre la A-65. Posteriormente, Fomento sacará a licitación las propias obras del corredor que pretende dar una nueva entrada-salida directa desde la Autovía de Cantabria a la ciudad. Por tanto, lo más probable es que las obras no estén adjudicadas hasta 2021, con un plazo de ejecución aún por determinar.
Un medio plazo para un tramo de no más de 4,5 kilómetros.