El interés por la gastronomía y la restauración ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, convirtiéndose en un ámbito que trasciende la mera cocina para abarcar múltiples disciplinas. La incorporación de conocimientos científicos, la experimentación con nuevos productos y técnicas, así como la valoración cultural y social del patrimonio agroalimentario, han dado lugar a un nuevo concepto: las ciencias gastronómicas.
Este enfoque no solo supone una revolución en la innovación culinaria, sino que también aborda cuestiones esenciales como la reducción del despilfarro alimentario, el desarrollo de modelos de negocio sostenibles y la aplicación de nuevas tecnologías en la industria gastronómica. Para afrontar estos retos, se hace imprescindible contar con profesionales altamente cualificados, capaces de ofrecer soluciones creativas y realistas para la evolución del sector.
Conscientes de esta necesidad, las universidades de Burgos, León y Valladolid han implantado este curso el grado en Ciencias Gastronómicas, apostando por una formación integral, que abarca desde la seguridad alimentaria y la nutrición hasta la logística y los modelos internacionales de cocina. En el caso del campus palentino de la Universidad de Valladolid (UVa), la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias (Etsiiaa) ha iniciado la andadura con doce alumnos matriculados. En Burgos y León, el número de inscritos es similar, con once y doce estudiantes, respectivamente, lo que representa una buena acogida para una titulación novedosa que cuenta con veinte plazas en cada centro.
El perfil del alumnado en Palencia es diverso: cuatro de los matriculados provienen de Bachillerato, mientras que el resto accedió tras cursar un ciclo formativo de grado superior en Cocina, combinando en muchos casos el trabajo con los estudios. La franja de edad también es amplia, oscilando entre los 18 y los 62 años. En León, la mayoría procede de Bachillerato (90%), mientras que en Burgos se observa un equilibrio entre ambas vías de acceso.
La implantación de este grado en Ciencias Gastronómicas representa una oportunidad única para el sector en Castilla y León, permitiendo la formación de profesionales preparados para afrontar los retos de la gastronomía del futuro. Como señalan María Teresa Ramos, subdirectora de Ordenación Académica de la Etsiiaa, y Luis Miguel Cárcel, director de la Escuela, la experiencia en este primer curso está siendo positiva. La evolución del programa y su impacto en la industria alimentaria y hostelera serán claves para consolidar a Palencia como un referente en formación gastronómica dentro de la comunidad autónoma y del país.