Dicen que la experiencia es un grado y en la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Palencia siguen esa frase hecha al pie de la letra para retener al personal con edad y méritos para jubilarse. En un momento en el que escasean los médicos y los enfermeros y en el que el relevo generacional, especialmente en algunas áreas, es bastante complicado, existen medidas para que los profesionales que atienden a los palentinos tanto en los consultorios locales y en los centros de salud como en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa) prolonguen su vida laboral más allá de lo obligado por ley para cobrar su pensión de jubilación.
La subdirectora de Recursos Humanos del organismo dependiente de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Palencia, Eva Romo de Prado, explica que además de la cantidad (que siempre es importante) buscan, sobre todo, la calidad y la excelencia. Por ello, también aspiran a retener a los facultativos que lideren proyectos de interés o manejen ciertas técnicas que, por su complejidad, sean prácticamente imprescindibles en su lugar de trabajo o cuya sustitución sea muy complicada.
Actualmente, son 24 los médicos en la provincia que tienen más de 65 años y siguen trabajando por la salud de los palentinos . Eso sí, en todos los casos se trata de personas menores de 70 años y que accedieron a través de dos vías.
Por un lado están los 15 licenciados especialistas que prolongaron su etapa de servicio activo en la sanidad pública. Es una medida que se regula a través de una orden de la Consejería de Sanidad aprobada en 2012, cuya tramitación es de obligado cumplimiento en estos casos. «Cuando llega la edad de jubilación de muchos profesionales nos encontramos con que no se pueden cubrir esos puestos. Ante esa dificultad, desde la Gerencia Regional de Salud (GRS) dispusieron de esta posibilidad para que quien lo solicite, y siempre previa autorización de la GRS, pueda prolongar su permanencia», explican desde Recursos Humanos.
Tras la solicitud del profesional, la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Palencia tramita su petición, que está condicionada a la capacidad funcional del profesional que quiere prolongar la actividad y a una valoración por el servicio de Prevención de Riesgos, que determinará si es apto para que continúe trabajando más allá de los 65 años.
Igualmente debe fundamentar esta petición en la carencia de sustitutos de su especialidad en las bolsas de trabajo o en que practique unas técnicas de complejidad técnica o esté liderando un proyecto de investigación relevante. A través de este vía continúan trabajando más allá de los 65 años ocho licenciados especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria y siete en atención hospitalaria, en las especialidades de Urgencias, Radiodiagnóstico, Medicina Interna, Psiquiatría, Oftalmología, Psicología Clínica y Admisión.
SEGUNDA VÍA. Desde la Gerencia palentina explican que han logrado retener a nueve profesionales médicos a través de la jubilación activa, un programa regulado a través de un Real Decreto-ley que entró en vigor a finales de diciembre de 2022 y que permite a los médicos de familia y pediatras adscritos al Sistema Nacional de Salud acceder al 75% de la pensión y desempeñar, simultáneamente, sus funciones durante la prórroga en el servicio activo.
En este caso, el texto legal fija una vigencia de la compatibilidad de tres años desde su puesta en marcha, por lo que, en estos momentos, los médicos únicamente podrán disfrutar de esta ventaja, salvo cambio normativo, durante dos años más, hasta finales de 2025. «La motivación de esta norma es compensar el déficit de facultativos en atención primaria por las numerosas jubilaciones, ya que es una medida destinada únicamente a esta especialidad», aseguran desde Recursos Humanos. Por su parte, el Ejecutivo central, en el texto que apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) calificó de «acuciante» la escasez de médicos, de ahí que resultara «urgente implementar medidas que faciliten o contribuyan a paliar su falta».
Gracias a esta medida, la normativa contempla, aunque de manera temporal, que determinados profesionales sanitarios del sector público puedan acogerse a la jubilación activa.
Como ocurre con los médicos que prolongaron su etapa de servicio activo, los profesionales que se acogen a la jubilación activa «alivian la falta de facultativos y aportan su experiencia, que es fundamental. Son gente con muchos años en la sanidad que aporta conocimiento y ayuda a los jóvenes, a los que enseña técnicas y conceptos. Para nosotros es fundamental que continúen porque un médico que perdemos cuesta mucho recuperarlo, especialmente en algunas áreas. Bienvenidas sean estas medidas», concluyen.
Ilusión por su trabajo
El facultativo Santiago de laFuente lleva 37 años ejerciendo en el consultorio local de Astudilllo y destaca que los cambios tecnológicos en la medicina desde la década de los 80 le han estimulado para seguir en su puesto
Cervera de Pisuerga, Pomar de Valdivia, Santibáñez de la Peña, Palencia y Astudillo. En estos lugares de la provincia ha ejercido el médico Santiago de la Fuente durante su vida laboral, que arrancó en 1980. Desde hace 37 años está destinado en el consultorio local astudillano, que pertenece a la zona de salud de Frómista. Cuando cumplió la edad de jubilación prolongó su servicio activo y permanecerá en esta situación hasta marzo de 2024, mes en el que alcanzará los 70 años y tendrá que dar, por obligación, un paso atrás.
«Decidí reengancharme por dos razones. En primer lugar, el factor humano de los compañeros y de la población, que hacen que me sienta a gusto e ilusionado por trabajar. En segundo lugar, la motivación para seguir en la trinchera. Además, se da la circunstancia de que los médicos que nos quedamos, que somos pocos, lo hacemos porque mantenemos el empuje. Creo que si lo hace alguien obligado solo porque está forzado sería terrible», explica el médico, que aún hace guardias de urgencias durante tres días al mes.
Por otro lado, destaca que el trabajo que llevan a cabo los profesionales que deciden continuar trabajando más allá de los 65 años permite paliar la falta de médicos de AtenciónPrimaria. «Estamos sosteniendo una situación difícil y creo que lo estamos haciendo bien», comenta el facultativo tras explicar que la medida del Gobierno de la jubilación activa le parece «estimulante» a la hora de que algún compañero decida sumarse a esta iniciativa, que demuestra, bajo su punto de vista, «que los médicos somos necesarios». «Conozco a los médicos de la provincia y veo que entienden muy bien el trabajo y sacan adelante bastantes problemas», opina.
Además, De la Fuente declara que los cambios de la medicina que ha vivido en primera persona le han estimulado a seguir en su puesto. «Cuando empecé a trabajar, la tecnología de AtenciónPrimaria y Medicina de Familia -y más en el mundo rural- era prehistórica. Los cambios que se han producido me parecen alucinantes.Además, tuve una capacidad de adaptación muy buena cuando llegó la informática, que fue el punto de corte.Mucha gente no se adaptó. En cambio, a mí todo eso me iba ilusionando y, ahora, lo que viene de digitalización e inteligencia artificial me gusta y me mantiene totalmente ilusionado y me alucina.Cada vez que nos ponen material, como unas pantallas, digo que se trabaja bien así», explica el facultativo del consultorio de Astudillo, que admite que en poco tiempo esta ilusión «la voy a tener que cortar y empezar a soñar», en referencia a su próxima jubilación. Eso sí, cuando todo falla «dejas de ser hasta médico y eso es triste».
Por último, comenta que «la vocación está tocada» por los problemas que han surgido en los últimos años en esta especialidad, aunque recomendaría cursarla. «Es lo más bonito del mundo», concluye.
"Es como una afición para mí. Me gusta"
Francisco Romero, profesional en la zona de Carrión desde 1980, se jubilará con 70 en marzo, aunque declara que querría seguir trabajando
Otro de los facultativos especialistas enMedicina Familiar y Comunitaria que prorrogó su servicio activo es Francisco Romero, que ejerce desde 1980 en la zona básica de Carrión de losCondes, primero en Villaturde y a partir de 1993 en el centro de salud de la ciudad jacobea. Ya cumplió los 69 años y en marzo tendrá que dejar su puesto, pero explica que se encuentra muy a gusto pasando consulta a los pacientes del centro de la provincia.
«El trabajo es como un hobby para mí. Me gusta y me da pena jubilarme, la verdad. Mis hermanos y los amigos me dicen que por qué no me jubilo, pero no entienden que uno puede tener como hobby el trabajo. Yo tengo esa suerte y, en mi caso, es muy facil porque llevo enCarrión muchos años y a la gente la conozco. Puedo ver a padres con sus hijos y a esos padres ya los había visto antes cuando eran niños», asegura el médico antes de hacer hincapié en que el trato es «muy diferente cuando llevas mucho tiempo en un mismo sitio». En su caso, expone que reside en la localidad y que es «un vecino más». «Mi teléfono móvil lo tiene mucha gente y me llaman a cualquier hora del día. Para mí, no es ninguna molestia, porque cuando he pedido un favor les ha faltado tiempo para ayudarme. Me parece encantador y querría seguir trabajando porque me siento bien, aunque ya no nos dejan más», declara.
Por el contrario, admite que desde hace unos años no hace guardias. «No las hago porque no me siento capacitado en el sentido físico.Con la edad no me veo con la capacidad física de hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) y otras urgencias en las que hay que hacer un derroche físico y un gran esfuerzo. Sería bastante complicado y no me puedo comprometer.Es el único motivo por el que no hago las guardias en la actualidad», expone el médico.
Además, recuerda que en estas cuatro décadas ha cambiado mucho la sanidad, aunque entiende que haya jóvenes que prefieran otros destinos. «Ahora los centros están bien dotados», comenta tras explicar que en sus inicios «estábamos las 24 horas del día en el pueblo, el coche era el nuestro e íbamos por caminos de concentración».