Habría que pedir a Pedro Sánchez que en algún momento tomara iniciativas que provocaran que los que estamos criticando desde hace meses sus políticas porque nos parecen deplorables, pudiéramos dedicarle unas líneas o unos comentarios elogiosos, más que nada para que se nos quite esa sensación de que somos incapaces de ver nada bueno en el sanchismo. D verdad, presidente, estamos deseando que nos die pie a que recibamos con unas palabras de agradecimiento sus ideas. Pero no hay manera.
Tendría que ser algo muy muy relevante, porque tras siete años en Moncloa el país está hecho una pena, y la salud democrática gravemente enferma. Se hace justicia desde Moncloa despreciando las decisiones de los jueces y fiscales, muchos de ellos progresistas de verdad, no como el progresismo del que presume un gobierno al que solo le importa el poder; ha llevado a la cúpula de las instituciones a amigos y personajes incondicionales hasta perder la indignidad y consideran bulos las noticias que no les gustan porque demuestran que la corrupción se ha convertido en una forma de vida para muchas de las personas que giran en torno al sanchismo.
Amnistiar a los condenados por los ERE causa dolor, incluso cuando afecte para bien a personas por las que se siente afecto sincero, pero la justicia tiene que ser al para todos. Y en cuanto a las maniobras para presentar a Begoña Gómez como una mujer muy escrupulosa con la ley y con las formas que se pide la mujer de un presidente de gobierno, mejor ni hablar. Sirva la afirmación anterior: todos somos iguales ante la ley. y este gobierno la diferencia de trato es clamorosa.
Como lo de Cataluña, con dirigentes políticos con exigencias inaceptables, pero que Sánchez aceptan porque de no hacerlo podría perder La Moncloa. Pero además de privilegios que en ningún caso se aplican a ciudadanos de otras regiones -sobre todo en el plano económico y social- los catalanes también son aventajados en cuestiones sociales.
Puigdemont no quiere que Cataluña reciba inmigrantes ilegales y menores -las demonizadas menas- dentro del reparto que prepara el gobierno para descargar a Canarias, Ceuta y Melilla de las docenas de miles de ciudadanos magrebíes y subsaharianos que se agolpan en centros sobresaturados. La idea del gobierno es repartirlo por las diferentes comunidades autonómicas. El PP lo ha aceptado, Vox amenaza con romper los gobierno de coalición con el PP, y el gobierno central no ha sido claro respecto a Cataluña, porque ha dicho que va a asumir las competencias de inmigración. De acuerdo, pero ¿mientras tanto enviarán inmigrantes y menas a Cataluña para ser atendido por los servicios sociales regionales, o se someterá Sánchez de nuevo a las exigencias de Puigdemont?
Ni todos los españoles somos iguales ante la ley, ni tenemos los mismos derechos y obligaciones en función del lugar de residencia o nacimiento … Ni hay manera de que este gobierno progresista legisle pensando en los problemas de los ciudadanos.
Así es imposible dedicarle una buena palabra.