¿Tengo la revisión de la chimenea al día? Esa es la pregunta que debe hacerse si este puente festivo va a disfrutar de unos días de descanso en la casa del pueblo, pues se prevén unas temperaturas por los suelos que animarán a más de uno a caldear su hogar con leña, una práctica no exenta de riesgos.
Como muestra, en apenas dos meses se ha registrado una docena de incendios derivados de un mantenimiento deficiente de la instalación. Casi todos se producen en fin de semana (viernes o sábado al llegar y domingo y lunes al regresar a la rutina, cuando los palentinos regresan a sus segundas residencias. Además, cabe destacar que la inmensa mayoría se han producido en la mitad norte de la provincia, según los datos que ha facilitado a Diario Palentino el Servicio de Protección Civil y Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación.
Dos son los condicionantes que juegan en contra. Por un lado, los usuarios esporádicos que no saben muy bien cómo funciona una chimenea (turistas en casa rural, por ejemplo) y, por el otro, una conservación inadecuada en el caso de los residentes habituales. Descuido, negligencia, ignorancia u confianza son los cuatro factores de riesgo que juegan en contra a la hora de que se produzca una chispa que derive en un aparatoso incendio que puede reducir a cenizas toda una vida.
Así, el jefe del servicio, Eduardo Polo, aconseja un correcto mantenimiento de la chimenea y todos sus conductos con una limpieza «a cargo de profesionales» una vez al año. También en las glorias, donde el peligro de encuentra principalmente en los enrojes. «Sale más barato invertir en mantenimiento que lamentarse y tener que llamar al seguro porque se nos ha incendiado la casa», sostiene Polo.
Esta limpieza anual permite que la canalización esté libre de posibles impurezas como, por ejemplo, el hollín. «El 90 de los incendios se evitarían con un correcto mantenimiento, y también prestando un poco de atención», explica. Por ello, conviene no dejar objetos cerca que puedan prender, tener controlada la llama, ayudarse de salvachispas o no dejar desatendida la lumbre al salir de casa o irse a dormir.
EN EL TIRO
Por lo general, el fuego empieza en la entreplanta, donde se junta el tiro con las vigas. A veces, justo en la salida del tiro el hollín, la palomina o el aislante se convierten en aceleradores de la combustión en casas antiguas con estructura de madera que ayudan a que las llamas se propaguen con celeridad.
En el caso de que se produzca, es fundamental confinar el incendio, abandonar la casa y llamar al 112. Desde allí se dará aviso al parque comarcal correspondiente (hay once, a los que se suman las oficinas de los profesionales en Aguilar, Saldaña y el parque de maquinaria) que siempre movilizarán dos de ellos (el más próximo y el contiguo) para este tipo de intervenciones.
No obstante, el peligro está en toda la casa, y no se ve a simple vista en los estados incipientes del incendio. Generalmente, el primer aviso llega con la aparición de humo, pues puede haber una viga latente. Por eso, los bomberos de la institución provincial llegan al lugar del suceso provistos a de cámara térmica, que les ayuda a identificar el foco, además del resto de aparataje y protecciones para minimizar el peligro en sus intervenciones.