La voz  de Óscar Javier Andrés, las guitarras de Jesús Sanz y Andrea Manfredi, el bajo de Francisco José Cebrián y la batería de Gerardo Malvido componen el grupo de pop palentino Stereograce. Una música «limpia y sin arreglos» es la que caracteriza a la agrupación, la cual bebe de la corriente del Britpop (pop británico) de los años 80. 

Su nombre empezó a sonar por diferentes enclaves de la capital después de la pandemia y, tras varias salidas y entradas, la agrupación se encuentra este año en su primera gira nacional. El próximo 28 de junio ofrecerán un concierto en la plaza de San Francisco.

¿Cómo surgió la idea?
Fue idea de Óscar. Quería formar un grupo de música y fue captándonos a mí y al resto integrantes, quienes habían estado anteriormente en otras bandas. Él y yo somos los únicos que quedamos de la agrupación original. 

¿Qué diría que les diferencia de otras bandas?
El pop que hacemos es bastante limpio y sin mucho arreglo. Es un pop sencillo, del que se hacía en los años 80. No tenemos nada sampleado: lo que tocamos es lo que suena. Es una de las diferencias con el pop actual que, por tónica general, tiene bastantes sonidos pregrabados.

Son un grupo emergente
Ya teníamos una experiencia, pero nos juntamos  porque en nuestros anteriores grupos no hacían pop y queríamos tocar una línea común entre nosotros. 

¿Con qué artistas se asemejan?
Hay grupos de pop nacional que nos gustaban, como Pistones, El Norte, etcétera. Cosas suaves. 

Nos gusta bastante el Britpop de los 90, y bandas como Oasis, Supergrass o Blur. Melodías limpias, dulces. De ellas hemos mamado bastante. 

Presentan mañana, en Venta de Baños, su primer videoclip
Teníamos un CD publicado en redes sociales que hicimos con la antigua banda. Ahora con la nueva hemos pensado hacer un videoclip.

Todo el mundo, cada vez que saca una canción, publica un vídeo. ¿Por qué nosotros no?
Conocimos a un chico que nos dio la oportunidad de hacerlo, David Montes, ganador del Premio 90 segundos de la Muestra de Cine Internacional de Palencia el pasado año. 

Parece que, para que una canción tenga repercusión, debe ir ligada a un videoclip
Cuando cayó el vinilo y empezó el boom de los vídeos en la televisión se inició todo esto. La gente ve más éxito en una canción si se asocia a un buen vídeoclip. Eso ha crecido ahora mucho más con la aparición de las redes sociales. 

El público, lo primero que valora es lo que le entra por los ojos. El oído está atrás. 

Pese a ser una banda emergente, sus influencias son de hace más de 30 años. ¿Cómo ha sido su proceso de adaptación a los nuevos canales de distribución de la música?
Eso tiene dos caras. La buena es la rapidez con la que llega a todo el mundo; la mala, que si no estás muy familiarizado con estos formatos, que es lo que nos pasó a nosotros, te ves obligado a reciclarte. 

Para promocionar lo que estamos haciendo hemos tenido que meternos en este mundo. Hay que ponerse al día pero, una vez coges el rollo, va como un tiro. 

Primera gira nacional. ¿Están nerviosos?
De nuestro corto bagaje hemos dedicado un par de años a asentarnos y hacer canciones. Una vez hemos tenido un repertorio propio de dos horas, nos hemos adentrado en la gira.

Hasta ahora, hemos estado por esta zona (Palencia, Valladolid, Zamora, etc.) y, este años, pensamos en tirar un poco más lejos.

Nos ha costado porque tela para encontrar una sala. Casi tienes que pagar tú. 

¿Qué les gustaría de cara al futuro?
Esperamos que un año de estos podamos tocar en el Palencia Sonora. Eso es a lo que aspiramos, que en nuestra tierra puedan tenernos en cuenta.