Una de las 68 piezas que configuran la muestra Gregorio Fernández-Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes, organizada por la Fundación Las Edades del Hombre con el respaldo de la Junta de Castilla y León y que puede visitarse en la catedral de Valladolid hasta el 2 de marzo de 2025, es aportación palentina. Procedente de la seo, se trata de una talla barroca de San Sebastián, obra de Francisco Fermín, seguidor de Gregorio Fernandez. Fue realizada en el 1636-37 para ser la titular del retablo de la capilla del mismo nombre, propiedad de la familia Gutiérrez Calderón.
Este San Sebastián, según la información facilitada desde la catedral, es de grandes dimensiones, con postizos y juego de luces y sombras; de gran realismo, expresividad y movimiento. Muestra al santo sujeto a un árbol de ramas cortadas; el brazo izquierdo levantado y atado y el derecho caído y con una fuerte tensión muscular. Las piernas flexionadas, y los cabellos con grandes rizos. «Una obra maestra que siguió los cánones del gran Gregorio Fernández, autor entre obras de la talla de San Antolin del retablo mayor de la seo palentina», señalan.
La muestra, que profundiza en las semejanzas y diferencias entre estos dos maestros, propicia el diálogo entre algunas de sus obras más significativas e importantes, analiza el contexto histórico y social y analiza el legado. e articula a través de un preámbulo y seis bloques temáticos que acercan al visitante a las biografías, los trabajos, los talleres y al legado de estos artistas coetáneos, que marcaron un antes y un después en el arte escultórico del Siglo de Oro español y cuya fama es extendió por toda Europa y hasta América.
Artistas que dejaron huellaAmbos maestros, pertenecientes a una misma generación y dentro de unas mismas coordenadas de pensamiento, llevaron el arte escultórico a uno de sus momentos más brillantes, impulsando el paso desde la estética del manierismo final, al barroco naturalista en las décadas iniciales del siglo XVII.
Comisariada por René Payo y Jesús Palomero, catedráticos de Historia del Arte de la Universidad de Burgos y de la Universidad de Sevilla, respectivamente, la muestra pone de manifiesto los rasgos comunes que comparten ambos maestros, que provienen, en gran medida, de los criterios ideológicos y estéticos impuestos por la Contrarreforma, pero que cada uno plasmó con una impronta propia.
Más allá de ese diálogo entre las obras de ambos, la muestra rastreará las influencias heredadas de sus maestros y las derivadas de su magisterio. Con ese fin, también se exhibirán piezas de sus maestros, Pompeo Leoni, Francisco Fermín y Francisco del Rincón, para Gregorio Fernández; y Pablo de Rojas, para Martínez Montañés, así como de sus discípulos y continuadores, Solanes o Juan de Mesa.