Tal día como ayer, pero en 1580, Santa Teresa de Jesús entró  en Palencia por las puertas del Mercado, al sur de la ciudad, donde hoy finaliza la Calle Mayor.

Ese mismo día, tras llegar de Valladolid, cruzar el Pisuerga en Cabezón, pasar por Cigales y Dueñas, la santa fundó su convento en Palencia. Se hizo de forma provisional en una casa alquilada, en el corazón de La Puebla, en la actual calle Colón. Con prisa, la doctora de la Iglesia y sus compañeras lo prepararon todo para al amanecer del día 29 de diciembre de 1580, inaugurar la capilla y el pequeño convento. Tras la primera misa quedó constituida la comunidad en Palencia.

Para conmemorar esta primera visita de Santa Teresa de Jesús a la capital palentina, ayer en el Teatro Principal tuvo lugar el recital Una castellana vieja y recia de nombre Teresa a cargo de Paloma Gómez Borrero, junto al barítono Luis Santana y el pianista Antonio López.

Un recital que, antes de llegar a Palencia (coincidiendo con la efemérides de la Fundación), ha pasado por otras localidades vinculadas a la vida de la Santa, dentro del programa de actos organizado en conmemoración del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. En Palencia también se incluyó en el marco de la programación navideña.

El concierto, del que disfrutaron varios cientos de personas alternó textos leídos por la periodista y piezas musicales compuestas por Francisco Palazón, Ángel Barja, Amadeo Vives, Juan del Encina, Federico Mompou o Ernesto Monsalve.

Las ex corresponsal de TVE en el Vaticano, Paloma Gómez Borrero, hizo las veces de maestra de ceremonias del recital. Bien daba paso a las interpretaciones musicales, como recitaba versos de obras de Santa Teresa, o compartía un diálogo con Luis Santana, quien  daba melodía y voz, mucha voz, a las creaciones literarias de la mística.

Antes del inicio del recital, el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, entregó, junto a la concejala de Cultura y Turismo, Carmen Fernández, unas llaves de la ciudad al vicario Carmelita de la Provincia de Castilla, el palentino Luis Javier Fernández Frontela. «Las llaves de Santa Teresa».

Fernández Frontela recordó las palabras de Santa Teresa sobre los palentinos «de los que no sólo habló bien, sino muy bien», y recordó el pasaje en el que la de Ávila comenta la mejor masa y nobleza de los habitantes de Palencia «ciudad en la que se sintió  muy a gusto siempre que pasó por aquí». «431 años después de su última estancia en Palencia, estaría muy orgullosa del homenaje que le tributa la ciudad», manifestó antes de dar paso a la actuación.