La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento ha abierto un total de 34 expedientes este año a propietarios de solares en la ciudad que presentan deficiencias en su mantenimiento. La Ley de Urbanismo de Castilla y León obliga a los dueños de parcerla a conservarlos «en condiciones de seguridad, salubridad, ornato público, accesibilidad y habitabilidad, ejecutando los trabajos y obras necesarios para mantener en todo momento dichas condiciones, o para reponerlas si se hubieran perdido o deteriorado».

Aquellos propietarios que no atiendan el requerimiento del Ayuntamiento se enfrentan a multas que van desde los 1.000 a los 10.000 euros, además de tener que abonar el coste de las tareas de limpieza ejecuctadas de forma subsidiaria por el Consistorio. El concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, explica que el Ayuntamiento ha retomado esta tarea de inspección se parcelas después de varios años sin llevarse a cabo por falta de medios. No obstante, comenta que «el 95% de los propietarios de solares a los que se les requiere la limpieza actúan sin tener que llegar a la ejecución subsidiaria y la sanción». 

La encargada de localizar y denunciar todas las acciones que van en contra del medio ambiente es la Policía Local, que dispone de una unidad que, solo durante el año pasado, elaboró 134 informes sobre incumplimientos de la disciplina urbanística. 

Urbanismo abre 34 expedientes por el mal estado de parcelasCuando estos agentes detectan solares con abundante vegetación o en los que se han vertidos de residuos que pueden tener consecuencias negativas para la salubridad y el medio ambiente, lo ponen en conocimiento de la Concejalía de Urbanismo. Es en ese momento cuando se pone en marcha la maquinaria municipal:el Ayuntamiento da un primer plazo al propietario para que ponga en orden su solar. Pasado ese tiempo, la Policía Local vuelve a visitar la zona para ver si ha corregido la situación de abandono; si no lo ha hecho, lo cumunica a Urbanismo.

Desde la Concejalía se da un nuevo plazo y, a la vez, calcula cuánto cuesta adecentar la parcela, lo divide entre diez y, cada mes, pasa al cobro esa cantidad hasta que solucione la insalubridad de su propiedad. Paralelamente, abre un expediente sancionador, que es el que acarrea una multa. Si se agota el plazo de diez meses, el Ayuntamiento efectúa la limpieza, cobra el coste -en la práctica, es como si el propietario lo abonase dos veces- y se le impone una multa. 

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