Una de las fiestas medievales más auténticas del verano palentino es La Condal de los Ansúrez, de Monzón de Campos. No sólo por el respaldo histórico que ostenta esta celebración, que cumple este fin de semana su duodécima edición, también por la implicación de los vecinos de la villa palentina.
Tiene la peculiaridad, además, de que cada año conmemora un hecho histórico relacionado con la villa; el de este año, la concesión de la Carta de Población a San Cebrián de Amayuelas. Fue el historiador Nicolás Villa el encargado de rememorar este suceso histórico en su pregón.
«Hace más de ocho siglos que Gutiérrez Fernández de Castro y su mujer otorgaron carta de población a San Cebrián de las Amayuelas. ¿Qué tiene que ver con Monzón? Pues que en el fuero, por dos veces, se refiere que si surgen problemas entre administrados y administradores debían acudir al juicio y al fuero de Monzón», detalló.
Nicolás Villa explicó que estas palabras significaban que la villa era parte del fuero de Monzón y, que Gutiérrez Fernández era el señor de Castro y Monzón.
Tras la explicación del leitmotiv de la fiesta de este año, el historiador palentino centró su pregón en relatar la historia de una serie de objetos que proceden de Monzón pero se hallan dispersos por distintos lugares de la geografía nacional.
Patrimonio de Monzón, de Palencia y de Castilla y León, que va desde un león de bronce de la época Califal que está en el Museo del Louvre (París) hasta una copa votiva con escritura ibérica, del 500 y 440 antes de Cristo, que se halla en depósito en el Museo de Palencia.
«Tras leer un artículo, empecé a recopilar información de objetos que procedían de Monzón, con idea de hacer una exposición con reproducciones, lo que sigue siendo mi gran reto», aseveró.
La otra cara de esta faceta histórica de La Condal de los Ansúrez es la lúdica. Se deja sentir desde que la Cabalgata Medieval echa a andar desde la Plaza de la Concordia y recorre las calles del casco antiguo de Medunia. La participación de los vecinos, ataviados con trajes de época, es fundamental para dar ambientación al inicio de la fiesta medieval.
Al igual que lo es la otra de las actividades que marcan este fin de semana y que abrió ayer sus puertas: el mercado medieval. Es este uno de los mercados que más sabor popular tienen de los que se celebran en la provincia, ya que cuenta con una amplia participación de los vecinos de Monzón, sobre todo los más jóvenes, que ofrecen sus productos elaborados durante las semanas previas a la Condal.
Tras el obligado paseo por el mercado llegó el momento del yantar. Una Cena Medieval, de buey con patatas y vino, hizo las delicias de los asistentes, llenando el estómago y alegrando el espíritu.
La primera jornada de La Condal llegó a su fin con un Aquellarre de Brujas y un conjuro gallego que culminó en una tradicional queimada.
hoy continúan los actos. Este fin de semana medieval en Monzón de Campos continúa hoy con la ya tradicional Misa Tridentina, es decir, celebrada bajo el ritual romano de la Iglesia Católica promulgado desde 1570 a 1962.
Por la tarde, y tras un cuentacuentos (18 horas) para los más pequeños, a eso de las 19 horas comenzará la Batalla Nabal, conmemoración del ya conocido hecho histórico acaecido en el siglo X, en el que el pueblo recibió a nabazos a la expedición mora que tenía intención de cobrar su parias.
Una chorizada (21 horas) y el reparto de premios a los artesanos que han colaborado en el mercado (22 horas) pondrán punto y final a la duodécima edición de La Condal de los Ansúrez.