PASIONES Amante y defensor a ultranza de la cultura, es miembro del grupo de teatro Amalgama, socio fundador del Ateneo de Palencia y presidente del Centro de Iniciativas Turísticas Villa de Ampudia. Sigue manteniendo su lema, Sin pueblos no hay futuro, defendiendo el mundo rural y afirmando que Tierra de Campos «siempre será una comarca natural con excelentes posibilidades».

TRAYECTORIA Locutor de Onda Cero y responsable de los programas Más de Uno Palencia y La Legua de Castilla y León. Colaborador de Diario Palentino, es autor de 9 libros, el último Castilla, ancha y eterna.

1. Ampudia.  «Bueno, a nadie se le escapa que sería mi primer destino. Es mi pueblo y está cargado de vivencias personales y familiares. Pero, objetivamente, creo que es una de las villas más bonitas de la provincia de Palencia y una de las más señeras de la región. Yo destacaría su conjunto en global y añadiría el buen trabajo que se ha realizado durante décadas para rescatar, restaurar y poner en valor su patrimonio histórico-artístico. Además, es una localidad que defiende y mantiene sus fiestas y tradiciones y que sigue luchando para tener un futuro digno. Ahora bien, si tengo que señalar un lugar concreto, me pones en un serio aprieto. Su colegiata, el castillo, los soportales, los edificios singulares, ermitas… Complicado. Me gusta todo. Y si tengo que buscar un momento, pues de unos años a esta parte me quedaría con la Feria Barroca del mes de septiembre. Es una actividad que ha ido cobrando enteros y que cuenta con el apoyo de muchos vecinos y el respaldo de las  instituciones oficiales. Esperemos que este año se pueda celebrar, aunque será difícil».

2. Fuentes de Nava. «No deja de ser mi pueblo de adopción y su importante patrimonio va ganando importancia. Pero, por muchos significados, hoy quiero ponderar los trabajos realizados en la iglesia de Santa María. Me parece un templo cargado de simbología y que además tiene un artesonado de estilo mudéjar que sorprende a propios y extraños. Todo su interior merece nuestra atención. Lo recomiendo, al igual que su iglesia de San Pedro y visitar la Casa del Parque, por supuesto».

3. Aguilar de Campoo. «Una localidad en la que me encuentro como en casa y donde tengo muy buenos amigos. Allí comencé como locutor de radio, cuando se puso en marcha Onda Cero Aguilar. Y sigo yendo con frecuencia, asistiendo a muchas de sus numerosas y acertadas actividades culturales. Es un referente. Como destino y parada, me encanta observar, de lejos y de cerca, la ermita de Santa Cecilia. Una maravilla».

4. Valoria del Alcor. «De nuevo, barriendo para casa. La iglesia románica de San Fructuoso es una pequeña joya y sus entornos tienen unas vistas que animan y relajan a partes iguales. Y ya de paso, acercarnos al chozo de la Cañada Real».

5. Torremormojón. «Hay que disfrutar del nuevo mirador ubicado en el alto de su castillo. Desde allí podemos gritar con ganas lo de «ancha es Castilla». Recomendable, tanto o más que su magnífico templo parroquial. Su torre es de fábula».

6. Belmonte de Campos. «La Torre del Homenaje es un espectáculo. Habla mucho de la historia de nuestra tierra y también de los que han peleado por conseguir que el inmueble tenga vida. Un punto ideal para iniciar muchas rutas por Tierra de Campos y Los Alcores».

7. Vertavillo. «Me encanta. Es un pueblo repleto de espacios que invitan a pensar. Su rollo jurisdiccional es una balconada al Cerrato que inspira sobremanera. Pagos que bien servirían como escenario natural para rodar grandes películas».

8.Saldaña. «Saldaña y su comarca, con la cercana presencia de la Villa Romana La Olmeda. Siempre que voy me gusta pasear por su plaza Vieja, ahora remozada. Y, aprovechando, disfrutar de un buen vermú por los bares de la zona».

9. Autillo de Campos. «Como punto de arranque o de final de tantas cosas. O simplemente porque un paseo por sus calles nos recuerda que allí tuvo lugar la unión de los reinos de León y Castilla. Ahora que tanto se lleva restar, yo me quedo con la suma».

10. Palencia. «El parque del Salón como icono a rebosar de recuerdos de estudiante. Los que veníamos de fuera pasábamos muchas horas por allí. Es verdad que ha cambiado su fisonomía, pero era un lugar de encuentro y de charla. Era como nuestra segunda casa, al aire libre, eso sí».