UGT-FICA Palencia ha manifestado, con relación al conflicto colectivo provocado por las secciones sindicales de CCOO y USO en la empresa Gestamp, en la que han dado a entender que a los trabajadores sufrían "represión y acoso", que "a día de hoy, el sindicato no ha recibido ninguna queja por parte de ningún trabajador que pueda ser susceptible de acoso o represión por parte de la dirección de la empresa de manera oficial". Por otra parte, ha sugerido que "si estos sindicatos tienen conocimiento de esos actos deberían notificarlo a las autoridades correspondientes, porque serían hechos muy graves que no se pueden tomar a la ligera y estarían permitiéndolo".
Al respecto, recordó que esta situación deriva por una sanción disciplinaria a seis trabajadores, "algunos familiares de delegados de CCOO y de USO, por introducir bocadillos en un horno de secado de pintura, a lo largo de al menos, tres meses. Estos hechos fueron observados por responsables de la empresa a través de las cámaras de vigilancia que hay en la planta, considerando que atentaba contra la propia salud de los trabajadores".
Según indicaron desde UGT FICA, "estas cámaras de vigilancia, en virtud de un acuerdo verbal existente entre la empresa y los representantes de los trabajadores, no se usaban para sancionar". Sin embargo, explicó que esta situación cambia cuando "un representante de CCOO en el comité de empresa solicitó, vía judicial, los vídeos de una de las cámaras para defenderse de una sanción leve, impuesta por el gerente de la planta, al detectarse que había interrumpido el proceso productivo de una de las instalaciones, y la dirección de la empresa consideró que se legitimaba el uso de las cámaras para sancionar cualquier irregularidad".
Así, prosiguió el sindicarto, tras decidir CCOO y USO iniciar, "de forma unilateral", un calendario de movilizaciones, que fueron secundadas por menos de 40 personas, "el 90% de la plantilla respaldó la decisión de la mayoría del comité de empresa de no participar en estas concentraciones". Desde UGT FICA se continuó señalando que "se convocó al pleno del comité de empresa para informar de los pasos a seguir: comunicar a la empresa que retirase las sanciones, así como las cámaras que no se utilicen para controlar el proceso productivo". Al no acceder la empresa a estas exigencias "se interpuso ante la autoridad laboral un conflicto colectivo con convocatoria de huelga que llevó a un acto de mediación en el SERLA".
Fuentes del sindicato agregaro que se llegó a un acuerdo en el que "la dirección accedió a volver al punto donde no se usaban las cámaras para sancionar posibles infracciones, y solo utilizar estas para controlar procesos productivos, tareas de logística, seguridad y prevención".
Finalmente, desde UGT FICA se consideró "que durante todo este proceso, los sindicatos CCOO y USO han hecho declaraciones a los medios de comunicación que no son ciertas. Verter este tipo acusaciones, sin una base firme, lo único que hacen es dañar la imagen publica de una empresa, con una implantación de 25 años en la provincia de Palencia, de la que dependen unas 500 personas, directa o indirectamente, y del trabajo sindical serio y responsable en defensa de los derechos de los trabajadores y la negociación colectiva".