El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) prepara un segundo sondeo sobre las elecciones autonómicas del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, una encuesta que completará y ajustará los porcentajes del estudio preelectoral que presentó a principios de abril, según confirmaron fuentes del CIS.
El organismo que preside el sociólogo socialista José Félix Tezanos ya dio a conocer su tradicional encuesta preelectoral para Madrid el pasado 5 de abril, con un mes de antelación con respecto de la jornada electoral del 4 de mayo.
En aquel estudio, el CIS otorgaba la victoria en Madrid al PP de Isabel Díaz Ayuso con el 39,2% frente al 25,3% del PSOE, el 14,8% de Más Madrid y el 8,7% de Unidas Podemos. Vox aparecía con un 5,4%, mientras que Ciudadanos se quedaba fuera de la Asamblea. Su diagnóstico era un empate en escaños entre los bloques de la izquierda y la derecha, aunque se criticó el método de asignación de diputados.
Pero esa encuesta se basaba en 4.124 entrevistas telefónicas realizada entre el 19 y el 28 de marzo, muy lejos de la cita electoral, cuando uno de cada cinco madrileños aseguraba no saber a quién votar, y se va a realizar otro sondeo más pegado a la actualidad. La idea es presentar sus resultados ya en campaña electoral, pero en todo caso antes de la prohibición de publicar encuestas, que entra en vigor el 28 de abril.
Segunda encuesta sin asignación de escaños
El CIS repite así el esquema de las últimas elecciones catalanas, cuando dio a conocer una encuesta preelectoral un mes antes de la cita con las urnas y ya más adelante, arrancada la campaña del 14F, completó su trabajo publicando un 'sondeo flash' más rápido y cercano a los comicios.
Este segundo estudio, que ya no incluyó asignación de escaños, se justificó en la conveniencia de "conocer y valorar mejor la realidad en contextos en los que cada vez es mayor el número de indecisos, persistiendo una alta volatilidad en el voto hasta el último momento".
Tradicionalmente, el CIS sólo realizaba una encuesta previa en cada proceso electoral y lo daba a conocer al inicio de la campaña. Pero la transformación vivida a raíz de la pandemia del coronavirus ha permitido una mayor flexibilidad al instituto demoscópico público.
El cambio derivado de la COVID
Hasta la crisis del coronavirus, las encuestas del CIS se basaban en entrevistas personales realizadas en los domicilios en los encuestados, lo que otorgaba mucha veracidad a las respuestas pero requería un tiempo para ese trabajo de campo.
Al no poder hacer entrevistas personales por las restricciones sanitarias, el CIS tuvo que contratar a empresas externas para realizar sus barómetros de opinión con encuestas telefónicas. En la segunda mitad del pasado año ya no hizo falta la externalización al desarrollar su propio sistema de cuestionarios telefónicos, y ese cambio de sistema dota al CIS de una mayor flexibilidad y posibilita estos nuevos estudios electorales 'a doble vuelta'.