Unos 3.000 palentinos son celiacos, en torno al 2% de la población de la provincia, según los cálculos de la Asociación de Celiacos de Castilla y León (Acecale). La prevalencia de esta enfermedad aumentó en las últimas décadas exponencialmente (de dos por cada mil habitantes a finales del siglo XX a los dos por cada cien de la actualidad), pero, a juicio del gerente de Acecale, César García, uno de los principales problemas es que el 70% por ciento de los enfermos está sin diagnosticar.
Por eso, una de las grandes demandas de la entidad autonómica que engloba a los celiacos palentinos, es la falta de un diagnóstico precoz. Ante esta situación, abogan por una mayor formación «actualizada y continua», especialmente en Atención Primaria «porque la enfermedad cambia y se estudia muy poco». «A veces llega gente a la consulta, la prueba de anticuerpos da negativo y, aunque tengan síntomas, no les derivan al médico de Digestivo. Y esto es un problema, porque esta prueba no debe descartar si hay síntomas y antecedentes», declara García, antes de recordar que «no es solo intolerancia al gluten». «Realmente es una enfermedad sistémica que afecta a cualquier aparato o sistema», asegura.
En segundo lugar, desde Acecale, que ha celebrado a lo largo de este mes diversos actos con motivo del Día de laEnfermedad Celíaca (que hasta 2022 se celebró enEspaña el día 27 de mayo y luego pasó a conmemorarse el 16 como en el resto de Europa), insisten en ayudas económicas a los afectados por celiaquía, ya que su cesta de la compra es mucho más cara. De hecho, García cita un estudio nacional para asegurar que es 1.200 euros al año más costosa.«La única medicación que existe es seguir una dieta sin gluten durante toda la vida, ya que es una enfermedad crónica. No se cura y al ser genética hay familias con varios miembros.Supone un coste importante», comenta antes de recordar que llevan décadas reclamando apoyo a la administración. «En otros países europeos sí que existen», sentencia.
Respecto a la oferta de productos, comenta que la situación ha ido mejorando, ya que los etiquetados son más claros que en el pasado y cada vez son más las tiendas que venden productos aptos para este colectivo, mientras que en el pasado solo se encontraban en herbolarios o lugares muy especializados. «Se pueden encontrar en muchas superficies y, además, cada vez son más seguros y tienen un mejor etiquetado», añade. En cambio, García comenta que «en Palencia no hay apenas sitios para celiacos». Hace hincapié en que existen dos obradores, uno en Aguilar de Campoo y otro enFrómista, que elaboran exclusivamente productos sin gluten, pero la mayoría de los restaurantes únicamente ofrecen «algo» para los celiacos.
La sensibilidad hacia este colectivo ha aumentado en los últimos años, aunque desde Acecale aseguran que queda mucho por mejorar. «Dicen que pueden hacer una ensalada, un filete o un pescado a la plancha, aunque realmente restaurantes con todo adaptado (con postres, pan, pasta, pizza o hamburguesas para celiacos) no existen en Palencia. La asociación ha tenido avalado algún restaurante, pero ahora no», subraya.
CELEBRACIÓN PÚBLICA. En relación con celebraciones públicas, el gerente de Acecale destaca que el Ayuntamiento de Palencia apuesta desde hace años por hacer partícipe a la población celíaca en el reparto del roscón de reyes en Navidad. «Empezamos repartiendo 50 raciones de roscón y el último año dimos 150. Hay una demanda importante», apunta. No obstante, cree que todavía hace falta una mayor sensibilización para que el resto de los consistorios de la provincia también propicien esa opción. «El Ayuntamiento de Palencia nos facilita un dinero para roscón sin gluten, pero en otros lugares no es así y mucha gente no puede participar y se lo tiene que llevar de casa», manifiesta García.
Asimismo, explica que desde Acecale están ofreciendo charlas en el Centro Tecnológico de losCereales (Cetece) y en el instituto Virgen de laCalle, que«es donde se están formando los futuros profesionales para que hagan un menú de calidad, que es lo que queremos los celiacos.Cuando la gente sale a comer, y lo paga, no quiere un filete con ensalada». Por otro lado, en el capítulo de formación, García declara que impartieron este mes sendos cursos orientados a la restauración en el hospital y en centros escolares.
Destacan la labor de la Escuela de Agrarias para buscar fórmulas aptas a celiacos. César García destaca el trabajo que están llevando a cabo en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias (Etsiiaa) de Palencia para buscar alternativas alimenticias aptas para que los celiacos las degusten. Especialmente cita al catedrático y profesor Manuel Gómez Pallarés, que lleva «muchos años colaborando» conAcecale. El gerente de la asociación comenta que «en sus materias siempre habla de la enfermedad celiaca y está estudiando muchísimo». Entre las acciones del campus de La Yutera, está la sustitución del trigo y la cebada por otros cereales a la hora de elaborar masas y panes. «En Palencia fue el primer lugar de Castilla y León donde se empezó a utilizar el teff (un cereal típico de Etiopía que no tiene gluten)», comenta.
"SOLO SE VE LA PUNTA DEL ICEBERG". Sergio Maestro, uno de los médicos especialistas en Digestivo del Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa), explica que la celiaquía es una enfermedad de la que solo se observa «la punta del iceberg» y, al igual que Acecale, subraya que hay muchos pacientes que están sin diagnosticar. «Cada vez se diagnostican más porque cada vez buscamos más los casos. Solo encuentras lo que buscas», comenta el facultativo, que destaca que se trata de una patología con síntomas de lo más variopinto, desde la dipsepsia al meteorismo, diarrea, anemia ferropénica y, en algunos casos, alteración de las transaminasas.
Cerca de una decena de celiacos al mes pasa actualmente por la consulta del Caupa.«Al paciente medio, si deja el gluten, le hacemos controles con analíticas cada año. La celiaquía responde muy bien a la dieta sin gluten, lo que provoca una mejoría espectacular. Además, en las asociaciones les informan muy bien.Se reúnen y les dan cursos y, por ello, no tienen que acudir mucho a consulta porque estan muy controlados. El tratamiento más eficaz, en este caso, es concienciarles de que no consuman gluten», declara el médico.
La celiaquía, a grandes rasgos, se caracteriza porque el gluten, por un mecanismo autoinmune, destruye las vellosidades del duodeno.«Si dejan de consumirlo, en cuatro o seis semanas las vellosidades se han recuperado por completo y empiezan a absorber los nutrientes y los síntomas de diarrea y gases producidos por eso desaparecen», añade.
Por último, al tratarse de una enfermedad crónica, Maestro también comenta que «cuanto antes se diagnostique y el paciente tenga una dieta sin gluten más tarde aparecerán las complicaciones, que pueden llegar a ser linfomas», añade.