Elena Lorenzo Fernández (San Llorente del Páramo, 1961) se jubiló el pasado mes de febrero tras cuarenta y seis años de vida laboral, todos ellos menos uno en Diario Palentino.
Han sido miles de personas las que han tratado con ella en las dos sedes que el decano de la prensa provincial ha tenido en la calle Mayor, primero en el número 67 y ahora en el 52 (Grupo Promecal).
Suscripciones, anuncios por palabras y espacios publicitarios eran sus cometidos, unidos a otro más importante y decisivo, tanto para ella en calidad de receptora, como para los emisores: la conversación.
«Hay gente que necesita hablar y lo hace mejor contigo que con su propia familia», explica. La excusa puede ser comprar el periódico del día o un ejemplar atrasado, preguntar el precio de una inserción o, simplemente, intercambiar un comentario banal sobre el tiempo y los cambios que acarrea la vida. «Detrás de un mostrador aprendes hasta psicología», añade. Claro que ese contacto diario, de tú a tú, con clientes, suscriptores, lectores, anunciantes y curiosos, no solo propicia la charla distendida, sino también encuentros interesantes y la posibilidad de conocer a personas con sello de excelencia, no solo por ser reconocidos en su ámbito profesional, sino por su manera de ser.
«He conocido a gente increíble», enfatiza. Eso y la amistad con «grandes y excelentes compañeros» es una de las ganancias que se ha llevado de sus años de trabajo. De hecho, antes de jubilarse, tenía miedo de echar de menos ese trato diario con la gente, aunque confiesa que está feliz y lo bastante ocupada para que no haya sido el caso.
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