El Zunder Palencia visita el sábado (18 horas) al Bàsquet Girona y Luis Guil, entrenador del cuadro morado, pasaba esta mañana por rueda de prensa para compartir sus impresiones de cara al próximo encuentro, así como para hablar sobre las cuestiones de actualidad que rodean al club colegial. «Ha sido una muy buena semana de entrenamientos, acoplando a los nuevos, que han entrado en la dinámica del equipo. Es un partido muy importante para nosotros. No está en rojo, está en súper rojo. Girona hace un baloncesto muy atractivo, muy alto de ritmo. Es el equipo con más alto pace en toda Europa, con casi 90 posesiones por partido, corriendo continuamente y jugando en transición. También tiene una defensa muy agresiva. Tenemos que estar muy preparados mentalmente. El partido de Unicaja nos sirvió como piedra de toque para los dos próximos encuentros, porque tanto Girona como Manresa son equipos que juegan muy parecido», comenzaba explicando el entrenador sevillano.
Para Guil el Bàsquet Girona «es un equipo que ha tenido sus problemas con las lesiones y con adaptar a nuevos jugadores, pero que tiene su sello de identidad clarísimo y no lo ha cambiado desde principio de temporada. Como marque ese camino es muy difícil ganarle. Tenemos que estar concentrados los 40 minutos al cien por cien, porque, si no, al ritmo que juegan, te pueden meter un parcial de 10-2 en dos minutos».
Además, opinaba sobre las dos últimas incorporaciones. «Lo que buscamos con Piñeiro y Frankamp son cosas diferentes y complementarias. El otro día Piñeiro mostró un poco lo que queremos, esa dureza y agresividad, ese físico en el cuatro que necesitábamos. Es un jugador que lo va a dar todo todos los días y que poco a poco ofensivamente se irá adaptando para aportar todavía más. En el caso de Frankamp, es un jugador de un talento increíble. Fue el quinto máximo anotador de la Liga ACB hace cinco años. Con esa capacidad ofensiva y técnico-táctica no va a tener ningún problema para adaptarse. Va a jugar en la posición de uno y se va a poder adaptar a jugar minutos también con Keye van der Vuurst. Ahora somos un equipo más polivalente, con más jugadores con manejo de balón y generación de juego. Somos más difíciles de defender que hace una semana».
Sobre el objetivo para el próximo duelo, Guil aseguraba que «eso de competir hace mucho que ya no me vale. Para mí competir es obligatorio. No entra en mis esquemas que un equipo no compita, es lo mínimo que pido. Ganar es nuestro objetivo. A mí no me importa decir que lo que nos quedan son finales. Tenemos 17 partidos por delante esta segunda vuelta y hay que ganar alrededor de 10 si nos queremos salvar. Debemos dar el paso de ganar fuera de casa. Las matemáticas no mienten. Para ganar 10 tenemos que ganar fuera de casa».
Y sentenciaba hablando del mercado. «En una liga tan competitiva yo no daría nunca por cerrado nada. Ahora mismo tenemos la plantilla que tenemos, pero eso no quita que durante la temporada, si el presupuesto lo permite y si se pone algo en el mercado por delante, intentemos hacerlo».