Es evidente que hay una liga de dos velocidades, la de los seis primeros con más músculo económico y grandes plantillas, y la del resto de equipos. Eso no significa que cualquiera de los six mayors pueda caer en una cancha de uno de los equipos que ocupan el segundo escalón competitivo.
Una de las canchas más peligrosas es, sin duda, Pumarín, por sus especiales características, por el poderío del Oviedo en casa y por el empuje de su afición. Súper Agropal se mide mañana las nueve de la noche al cuadro asturiano. Lo hace con la duda de Kamba. «Somos conscientes que jugamos en un campo muy difícil, ante un clásico de la categoría. Un pabellón en el que es difícil ganar, como sucedió con el Estudiantes, que lo hizo en el último segundo. Tras la victoria ante Ourense y saber cuál es el camino, tenemos que tener la mentalidad de seguir ese camino y nuestra filosofía de juego. Es cierto que la liga tiene dos bloques por presupuestos, que marcan la diferencia, porque el dinero te permite fichar a jugadores de nivel y hacer una larga plantilla. Eso es lo que ocurre con cinco equipos, bueno, cuatro y Obradoiro. Y luego estamos nosotros en ese límite de estar ahí. En cuanto a equipo, yo creo que estamos al nivel de ellos y yo creo que los partidos ante el resto de equipos, y así se lo dije a los jugadores, los tenemos que tener marcados en rojo, tanto fuera, como en casa. Son partidos en los que tenemos que intentar no fallar. Mi equipo tiene la mentalidad de hacerlo todo cien por cien cada día», manifiesta el técnico morado, Luis Guil.
En cuanto al rival, opina que «Oviedo tiene el sello de su entrenador, con un altísimo número de posesiones, que tira muchísimo de tres puntos, que defiende muy agresivo. Es difícil aguantarle el ritmo si no juegas a su nivel físico, de concentración, al final te da la sensación de que vas siguiendo a la pelota, en vez de defender al jugador. Partido parecido en ciertos aspectos al de Ourense, en el que tenemos que tener mucha concentración».
Hay un precedente no muy lejano, la derrota en el pabellón en la pretemporada, pero que de poca referencia vale. «Para mí, de poco. Llevábamos diez días entrenando. Tampoco hay mucha referencia de ellos porque han cambiado muchos jugadores y ya no tiene nada que ver con el que jugamos aquí. Yo creo que el Oviedo es mejor en cuanto a la filosofía impregnada por el entrenador, ya tiene el sello propio de Javi Rodríguez, jugando a ese ritmo tan alto».
EnOviedo debutará la última incorporación morada, el pívot neerlandés N'Guessan. «Puede aportar lo que no teníamos hasta ahora, que era un pívot grande, que juega por encima del aro, que puede intimidar. No teníamos ese tipo de jugador, atlético, teníamos otro tipo de grandes que aportan otras cosas diferentes.Por eso hemos tomado la decisión de que esté con nosotros los dos próximos meses para ver si esa pieza que nos falta nos sirve para cerrar el puzzle y poder competir de tú a tú con los grandes».
Su incorporación significará la no renovación de Mballa, que acaba su contrato temporal el 31 de diciembre. «La parte más difícil de este trabajo es tener que decirle a un jugador que no sigue. Y más cuando se trata de e un jugador que está al cien por cien cada día, que ha creído en nuestra filosofía, que se ha adaptado al grupo como es Mballa.Pero bueno, es parte de nuestro trabajo».