A llegar la festividad de los distintos pueblos de la provincia palentina salían los danzantes a honrar a su Santo o Virgen correspondiente engalanados con sus típicos trajes. Aunque en algunos pueblos se han ido perdiendo estas tradiciones, afortunadamente son muchos los que mantienen sus danzas y paloteos. Algunos son más conocidos que otros y entre los que guardan gran fama están los danzantes de Cevico de la Torre o los paloteos de Cisneros y Fuentes de Nava, entre otros, si bien es cierto que también hay muchos pueblos como Villamartín o Becerril que luchan por mantener su danza.
Es difícil elegir entre tan variadas y maravillosas danzas, pero sí merece la pena llamar la atención sobre cómo en el pueblo de Villamediana antiguamente había dos fechas para festejar a Santo Tomás: el 28 de enero, llamada la de Santo Tomás Pequeño, y el 7 de marzo.
El 28 de enero, el tamboritero, junto con un acompañante que tocaba las castañuelas, daba una vuelta al pueblo tocando la Alborada. El tamboritero era la persona que se encargaba de acompañar a los danzantes y que, con su flauta de tres agujeros y el tamboril, recorría las calles formando parte de la comitiva que recogía a las autoridades. También participaba en la misa con su música.
Danzantes de Frómista. Año 1966.El 7 de marzo, fiesta de Santo Tomás, por la mañana, el tamboritero y un danzante recorrían el pueblo tocando la Alborada y se formaba posteriormente la comitiva que se dirigía a la iglesia. Los danzantes abrían la marcha al ritmo del Charrascás y el Tacaratacá de las castañuelas. Al acabar la misa, los danzantes salían bailando el Caballejo hasta el atrio.
Actualmente, se celebra la fiesta del beato Francisco de Jesús durante la tercera semana de agosto y la danza, por tanto, luce durante el verano en pasacalles hasta la iglesia donde se hace el Caballejo en el que el único instrumento que se escucha es el repique de las castañuelas. A continuación, se sale hacia la plaza nuevamente en pasacalles y al llegar a esta, se hace el paloteo.
FRÓMISTA. Una de las danzas y paloteos más antigua y con más datos recogidos puede ser la de Frómista. El traje, antiguamente, estaba compuesto por un adorno floral en la cabeza, falda de tul con flores, una banda transversal en el pecho con adorno y cintas sujetando las zapatillas.
Danzantes de Magaz en la actualidad con su nuevo estandarte. El traje ha sufrido varios cambios debido a distintas etapas como la guerra y otros períodos históricos. Llegó un momento en el que se modificaron las faldas alargándolas y haciéndolas menos volanderas, más sobrias y sin adornos; y la corona de flores se cambió por un pañuelo.
Destaca la figura del chiborra (en el medio de la foto que acompaña esta información), con un traje muy florido porque lo que se hacía antiguamente era dar la vuelta a la americana, lo que mostraba los llamativos forros con las que se confeccionaban entonces. La colorida vestimenta del chiborra se ha mantenido hasta la actualidad así como su papel, ya que es quien lleva la batuta de las procesiones.
En Frómista se baila en estructura de ocho danzantes, cuatro a cada lado, aunque para el pasacalles se puede sumar más gente y, de hecho, se intenta que todos los miembros del grupo participen, ya que en la actualidad son 33 componentes. El grupo interpreta la danza de pasacalles, paloteo y cintas, que antiguamente se tocaba con tamboril y pito de 3 agujeros pero ahora con dulzaina y caja.
Danzantes de Villamediana.En total, son cuatro las procesiones que se realizan en este pueblo palentino conocido por ser parte del recorrido del Camino de Santiago. El domingo de San Telmo se va a casa del Mayordomo y se realiza un pasacalles; el lunes de San Telmo se saca al santo a procesionar y se hacen pasacalles y baile de lazos, El Árbol, antes de entrar en la iglesia. El domingo de San Telmillo se hace una mezcla de las dos tradiciones anteriores, ya que se da una vuelta a la iglesia antes de la misa con el santo. En el actualidad, el recorrido se ha alargado y se pasa por delante de la cofradía; y en la festividad de la Virgen del Otero, se va en pasacalles hasta la ermita y, desde hace unos años, se lleva a cabo baile de lazos en esta procesión.
MAGAZ DE PISUERGA. En verdad existen muchísimas danzas en nuestros pueblos, algunas muy conocidas y otras no tanto, como es el caso de Magaz de Pisuerga, donde siguen manteniendo muy viva su tradición de danzar a la Virgen. Aunque no hay datos históricos sobre sus inicios, se hicieron investigaciones preguntando a algunos de los vecinos de más edad que ahora sobrepasarían los 100 años y que aún recordaban cómo hacía años sus padres ya danzaban en el pueblo.
Fiestas de Santo Tomás de Villamediana durante los años de la Guerra Civil. El traje de danzante de Magaz se compone de camisa blanca, pantalón azul marino con banda roja, faja roja y pañuelo rojo en la cabeza. Hace años, cada danzante llevaba el pañuelo de un color y algunos llevaban la faja azul pero, posteriormente, se unificó y todos los danzantes lucen el color rojo. La danza se acompaña de castañuelas adornadas con cintas de colores.
En Magaz nunca se danzaba a San Mamés hasta que se realizó una reforma en la iglesia y comenzó a hacerse. La tradición era bailar a la Virgen de Villaverde el 7 de septiembre. En esa fecha, los danzantes reciben a la Virgen a la entrada del pueblo y la acompañan en el resto del camino entre la ermita y la iglesia.. Al día siguiente, se danza en la procesión por el pueblo y el día 9, se sube a la Virgen danzando desde la iglesia hasta la ermita.
Pone los pelos de punta oír cómo lo cuenta Gonzalo, que ha sido el birria en Magaz durante 50 años y que ha dejado hace un año el puesto no sin gran pesar. Recuerda cómo hace mucho tiempo se decía que a la Virgen se le dedicaba una poesía, una parte de la tradición de este pueblo que se ha perdido con el paso de los años.
Virgen de Villaverde a la salida de la iglesia de San Mamés. Magaz de Pisuerga.La danza en Magaz se estructura en dos pasos: los cruzados parados y otro en movimiento. El birria porta como bastón de mando un rabo de cordero disecado y se diferencia por llevar pantalón blanco. Después de danzar, la gente se queda con ganas de seguir escuchando música, así que en el siguiente artículo se hablará de instrumentos musicales de percusión.
Y llegando en estas horas, llega la hora del adiós como cantaban entonces. «Allá va la despedida, la que echamos en medio del puente, tú te vas hacia la ermita, yo me voy hacia la fuente».
* Beatriz Esteban Alonso es presidenta de la Agrupación Folklórica Reino de Castilla