Son el «pilar» de las emergencias sanitarias en Castilla y León, quienes están ahí los primeros en los momentos más difíciles, aunque su trabajo no se ve recompensado en manera alguna como debiera. Este es el resumen del sentir de los técnicos de emergencias sanitarias que desarrollan su actividad profesional en la comunidad, unidos recientemente en una asociación que nace con un doble objetivo: ser reconocidos como personal sanitario y mejorar la atención que recibe el paciente.
Tescyl, que así se denomina el colectivo que les aglutina, se ha marcado como reto más inmediato mejorar sustancialmente los protocolos de atención a las personas. Y es que desde las filas de la flamante organización consideran que muchos procedimientos se han de modernizar para acelerar los tiempos y dar así una mejor respuesta a todas esas personas que acuden en su ayuda a través del Servicio de Emergencias 112.
Superan ya el medio centenar de compañeros de profesión, más de una decena de los cuales son palentinos o trabajan en algunos de los puntos de la provincia. Casi todos lo hacen en las ambulancias (las amarillas), pero también hay miembros del centro coordinador del 112 en Valladolid. Al frente se encuentra Raúl Molinier, técnico sanitario en el 112 de la vecina Burgos y residente en Aguilar de Campoo.
«Nuestra prioridad es mejorar el servicio al paciente», sostiene en declaraciones a Diario Palentino el presidente de Tescyl. No obstante, no se olvida de reivindicaciones que van camino de convertirse en históricas entre sus colegas de profesión, como lo es la formación continuada. «¿Estamos formados? Sí. ¿Somos buenos profesionales? Por supuesto. Pero en todo se puede mejorar», sostiene Molinier.
Tal y como se desgranaba hace unos días en la presentación oficial de Tescyl que tuvo lugar en Burgos, en algunos tipos de ambulancia (las de soporte vital básico, para ser más exactos) el contrato establece que solo viajen dos técnicos. «Si tu consideración legal es de técnico de transportes, cuando vas a la casa de un paciente, tienes unas limitaciones», dice Molinier, explicando que es habitual que el técnico tome las constantes o que mida el nivel de oxígeno en sangre «y en teoría no deberíamos».
«Nosotros nos dedicamos a conducir [las ambulancias], pero también somos complemento y asistimos al equipo de médicos y de enfermeros», remata el presidente a la hora de explicar sus funciones.
TENDER PUENTES
Para lograr sus objetivos ni quieren ni buscan enfrentamientos con la Gerencia de Emergencias Sanitaria, y por lo tanto con el Sacyl, la Consejería de Sanidad y la Junta de Castilla y León. Más bien todo lo contrario, pretenden «tender puentes» con la administración autonómica y servir de canal de transmisión «para defender todos los derechos y funciones de la profesión».
En este punto, dejan bien claro que no son una organización sindical y que carecen de fuentes de intresos externos. «La única financiación es por la cuota anual de los asociados que la integran y los cursos que organiza la asociación», subraya el presidente.
Lo que sí quieren es que Tescyl se convierta en la voz de los trabajadores en la defensa de sus derechos y que se consolide como un lugar de encuentro donde puedan «expresar y aportar ideas para mejorar la situación actual».
En este sentido, además de tratar de cerrar una reunión con el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, para el reconocimiento como sanitarios, promoverán la creación de un colegio profesional, ya que estiman que en Castilla y León hay algo más de 3.000 técnicos de emergencias.