Nueve personas, siete de nacionalidad colombiana y dos española, asumieron ayer en la Audiencia Provincial un global de 19 años de prisión, así como más de 200.000 euros en multas, como autores responsables de un delito contra la salud pública derivado del tráfico de drogas. Los nueve comparecieron ante el alto tribunal de la provincia y asumieron los cargos. Así las cosas, las penas para los nueve (cuatro hombres y cinco mujeres) oscilan entre los seis meses y los cuatro años de cárcel en función del acuerdo de conformidad pactado con el Ministerio Fiscal.
Los nueve procesados están vinculados a una operación desarrollada por la Policía Nacional de Palencia a comienzos del año 2023 y que se fraguó en marzo. Esta operación policial, bautizada como Bolivar I, supuso la desarticulación en Palencia de una organización dedicada al tráfico de drogas que se saldó inicialmente con 12 detenidos y que utilizaban patinetes para vender la droga, generalmente cocaína y hachís, y latas de refresco o libros para ocultarla.
Además hubo dos investigados que no fueron detenidos y que eran los responsables de trasladar los beneficios del tráfico de drogas al extranjero a través de locutorios y otras plataformas de envío de dinero. demás, la Brigada de Extranjería abrió expediente a cuatro de ellos que estaban de forma irregular en España. Durante la operación se realizaron cinco registros en domicilios y locales, cuatro de ellos en Palencia y uno en Vallecas (Madrid) y gran parte de la droga se localizó en el trastero de una de las viviendas. Los domicilios y locales registrados en Palencia estaban localizados en la calle Lola de la Fuente, en la avenida Reyes Católicos y en la calle Managua.
La Policía Nacional inervino 769 gramos de cocaína, 782 gramos de hachís, 66 gramos de marihuana, viagra, sustancia de corte, roca congelada, un turismo, 20 teléfonos móviles, cuatro balanzas de precisión, efectos para el corte y diversa documentación además de 47.000 euros en efectivo.
El comisario, Honorio Pérez Pablos, comentó entonces que se trataba de un grupo criminal muy organizado en el que cada miembro tenía su cometido, ya que unos se encargaban de comprar la droga en Madrid y otros la vendían en Palencia y alrededores, desplazándose en patinetes.
El comisario destacó la coordinación operativa de esta operación desarrollada por la Policía Nacional en Palencia.