Al frente del Juzgado de Primera Instancia eInstrucción número 1 de Palencia se encuentra en estos momentos la palentina Marta Campo Gonzalo (1997). Antigua alumna del colegio Nuestra Señora de la Providencia y del instituto Jorge Manrique y graduada enDerecho por la Universidad de Valladolid (UVa), aprobó la oposición con solo 24 años y cumplió uno de los sueños que tenía desde antes de empezar a estudiar la carrera: ser jueza.
Recuerda que en el Bachillerato «ya lo tenía claro» y que la actividad Educando en justicia le sirvió para reforzar aún más su idea. «La organizó un profesor y participó la jueza decana,Rosa Martínez. Hicimos la representación de un juicio y me llamó mucho la atención. Por otro lado, la jueza fue muy amable y estuvimos una mañana viendo juicios», expone.
El 14 de noviembre de 2021 apareció en un reportaje publicado en la contraportada de esta cabecera junto a sus compañeras Carmen Medina y Marina Bueno porque habían aprobado la oposición de judicatura a la primera, tras dos años de preparación, cuando la media es de casi cinco. En su caso, ¿la pandemia de coronavirus ayudó?
Sí. La vida de todo el mundo se paró, pero la nuestra seguía igual o, incluso, a mejor ritmo porque teníamos menos distracciones. Por poner un ejemplo, yo solía librar el fin de semana y, por la pandemia, no podía ir a Valladolid para estar con mi novio ni tampoco tenía otros planes.
Entonces sentí que podía avanzar más en mis objetivos y estaba más motivada. Además, que se retrasara la convocatoria tres o cuatro meses también ayudó.Ese período, en una persona que lleva tan poco tiempo opositando, es importante. A lo mejor es lo que marcó la diferencia entre aprobar o no el test, que es el primer examen.
¿Y estudiar en Valladolid, cerca de su lugar de residencia, fue positivo para aprobar la oposición tan pronto?
Yo soy bastante casera, preferí vivir en casa con mis padres y desplazarme todos los días a Valladolid. Además, la facultad de Derecho de la UVa tiene muy buena fama y forma muy buenos opositores.
¿Qué ha hecho en estos dos últimos años?
Durante 2022 estuve, junto a mis dos compañeras, en la Escuela Judicial de Barcelona, que es la única que existe en España.En 2023 estuve, en primer lugar, de prácticas en Valladolid y, posteriormente, a partir de julio, pasé a la fase de sustitución y refuerzo, actuando como jueza sustituta en Palencia.Tuve mucha suerte porque estaba libre el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de mi ciudad porque la anterior titular había concursado.
¿Qué siente al ser una de las juezas más jóvenes de España en estos momentos?
Hay gente a la que le hace gracia eso y algunos, incluso, lo han criticado diciendo que es una irresponsabilidad que personas tan jóvenes asuman tanta responsabilidad y dicen que a lo mejor nos falta madurez. Pero yo creo que al final un buen juez, cuanto más imparcial sea con la materia, mejor. No hace falta haber vivido muchísimas experiencias para poder juzgar bien esas materias.
¿Qué cree que puede aportar una mirada joven al Poder Judicial?
Creo que una mirada reivindicativa, porque los jóvenes de hoy somos reivindicativos y estamos acostumbrados a quejarnos. Además, gracias a las redes sociales, las críticas actualmente tienen más alcance. Hace años, un juez llegaba a su juzgado y, si no funcionaba su ordenador, nadie se enteraba de su frustración.
Su primera experiencia en solitario al frente de un juzgado es en Palencia. ¿Escogió volver a su provincia natal o fue obligatorio?
En la fase en la que me encuentro cubrimos vacantes y dio la casualidad de que en Palencia estaba esta plaza vacía.Hasta que salgan los correspondientes recursos, se resuelva el concurso y demás me ofrecieron la posibilidad de quedarme aquí. Esto depende del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de cada comunidad autónoma. A los de Castilla y León nos dieron un listado y, como logré la nota más alta de los de la región, pude escoger la primera y me decidí por Palencia. Ha sido un regalo poder empezar la carrera en mi ciudad. Es como un sueño para mí. Llegar a tu ciudad es muy difícil. Sé que no es para siempre, pero estoy encantada.
¿Solicitará, cuando sea posible, plaza en Palencia?
Me encantaría, pero es difícil lograrla porque es una plaza muy solicitada al estar cerca de Valladolid. La media para llegar aquí es de unos ocho años. Pero nunca se sabe.
De su respuesta anterior se deduce que quiere quedarse a vivir a orillas del Carrión
Sí, vivir en Palencia o en una localidad cercana es mi idea. Es un sitio cómodo y barato para residir y a mí me encanta.Se va andando a todos los lugares. EnBarcelona lo
eché de menos.
¿Qué cuestiones destaca de trabajar en tierras palentinas?
En el aspecto positivo, cito la cercanía con la gente. Al ser una ciudad pequeña, en poco tiempo nos conocemos todos.En cambio, lo peor, la nueva oficina judicial, que es el sistema de trabajo que hay aquí. EnValladolid conocí el sistema tradicional y aquí, al ser diferente, me ha costado adaptarme. Es una manera de trabajar distinta. En mi opinión, es peor porque no hay un control absoluto de los procedimientos.
¿Cómo se están desarrollando sus primeros meses de actividad?
Con mucha ilusión y, por lo general, bien. Me han ayudado mucho los funcionarios, que tienen mucha experiencia y me lo han puesto muy fácil. Tuve suerte porque llegué en verano, cuando menos carga de trabajo hay y la tarea de adaptación fue mejor. Ahora me he dado cuenta de todo el trabajo. Se señalan juicios cuatro días a la semana, casi no hay tiempo para las sentencias y alguna tarde tengo que ir al juzgado. Hay muchísima carga de trabajo, pero no solo ocurre en Palencia, por lo que comento con compañeros que están en otros lugares de España. No está regulada la carga de trabajo de los jueces y todo es señalar, pero hace falta tiempo para resolver los juicios que se celebran. Ocurre igual que con los médicos, que dicen que no se puede atender correctamente a un paciente en apenas cinco minutos.
Habla de que quería ser jueza desde antes de empezar la carrera. ¿Está siendo el trabajo como pensaba?
La experiencia es muy positiva. Me quejo de que hay mucho trabajo y de que casi no tengo tiempo para mis aficiones porque tengo que ir por la tarde (y ahora que estoy empezando, no tengo mucha experiencia y todo se me hace un mundo), pero merece la pena. Voy por las tardes, pero salgo contenta y es muy gratificante cada vez que firmo una sentencia.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 está especializado en asuntos mercantiles. ¿Ha notado algún denominador común que aúne los procesos en esta materia en Palencia?
Tenemos varios asuntos de cárteles de camiones. Los que compraron estos vehículos están ahora reclamando indemnizaciones por sobrecostes.
La ciudad no es muy grande y eso se nota a la hora de trabajar, como ha comentado. ¿Se ha hecho la idea de que juzgará a personas conocidas o ha juzgado ya a algún conocido?
No, aún no he juzgado a ningún conocido, pero han venido una denunciante y un testigo que lo eran. Y sí, tarde o temprano acabaré juzgando a algún conocido.
Por este mismo motivo, también le habrán felicitado por la calle
Sí. Y muchos lo hicieron después de que saliera la entrevista en la prensa.Sobre todo en el pueblo, enGuardo, cuando voy en Navidad y enverano.
Cambiamos de tercio y dejamos atrás las cuestiones palentinas. Ha estado un año formándose en la Escuela Judicial de Barcelona y, además, unos meses más en Valladolid y ha podido ver cómo está la Administración de Justicia. ¿Qué cuestiones le gustaría que mejoraran?
Lo primero, creo que debería de haber aplicaciones informáticas compatibles. Cada comunidad autónoma tiene un sistema de videoconferencia y cuando queremos conectar uno con otro se dan casos de incompatibilidades.El otro día estuvimos una hora de reloj para conectarnos con Barcelona. Por otro lado, hacen faltan más jueces, pero también más juzgados. De nada sirve sacar una convocatoria si no hay un espacio para ubicarnos. Muchos edificios tienen el problema de que se han quedado pequeños y, aunque quieran crear un nuevo juzgado, no hay despacho para el juez ni espacio para los funcionarios. Y este es un problema muy grande. Además, considero que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene que regular la carga de trabajo de los jueces. La inmensa mayoría supera el 120% de productividad.
Recientemente, el Decanato de Palencia convocó una manifestación para mostrar su rechazo al lawfare. ¿Qué opinión tiene respecto a este punto?
Lo que ha dicho el Tribunal Supremo en una de sus notas: El Poder Ejecutivo no puede fiscalizar la actuación de los jueces.
¿Cree que la sociedad conoce el Poder Judicial correctamente?
Creo que no.Y pienso que la poca información que recibe a través de series o películas está distorsionada porque transmite una imagen muy distinta de la realidad, desde lo que es una escenificación de un juicio a la edad media de un juez. A propósito de esto, como ya he dicho en alguna entrevista, creo que el CGPJ necesitaría tener un portavoz que, ante cualquier cuestión que ponga en duda la actuación de los jueces, responda más rápido.
Aún así, las redes sociales del Poder Judicial han mejorado mucho y están al día en las noticias judiciales y en acercar la justicia a la sociedad.
De cara al futuro, ¿qué retos profesionales se ha planteado?
Me gustaría seguir aprendiendo y, como desafío, lo suyo sería terminar la carrera judicial en un órgano colegiado.
¿Qué rama de la justicia es la que más le fascina?
Me gusta mucho Familia, aunque creo que es para un tiempo y no para toda la vida. Al final, con los temas terminas saturada y eso es muy poco jurídico. Por otro lado, Instrucción me llama mucho la atención, aunque las guardias son muy esclavas y están mal pagadas. Una reivindicación más es la mejora de la retribución de las guardias.
En un plano más personal, declaró en una entrevista que no comparte la frase de que querer es poder. Como persona que ha opositado para ser jueza, ¿cree que se abusa de esas motivaciones en estos momentos?
Sí. En el mundo de las oposiciones proliferan muchas cuentas o canales que hablan de que con sacrificio todo es posible y que con eso y una taza de motivación ya vas a conseguir una plaza. Yo creo que eso es transmitir un mensaje falso y engañar a la gente. Luego llegan las decepciones. Hay un dato negro en esta oposición que dice que solo uno de cada cinco la aprueba y cuatro se quedan por el camino. Esto no significa que no se hayan esforzado, que no hayan dado todo de sí o que no hayan creído lo suficiente.
Más allá de la labor de la jueza Campo, aunque haya admitido que casi no tiene tiempo para aficiones, ¿cuáles son sus pasatiempos preferidos?
Me gusta la lectura, aunque ahora tengo poco tiempo. También me divierto viendo películas españolas y estando en compañía de mi familia y de mi novio.
Para terminar, en las ediciones dominicales de Diario Palentino se publica una sección titulada Los Diez Lugares de, en la que, actualmente, gente joven cita una decena de sitios de la provincia que le llaman la atención. En este caso, ¿cuáles son los suyos?
El primero, y por encima de todos, el Cristo del Otero. Soy de ese barrio y siempre que puedo me gusta dar un paseo hasta arriba y ver la ciudad desde allí. También cito la plaza de los Juzgados porque siempre que pasaba por ella me venía a la cabeza el sueño de trabajar allí y lo que menos pensaba era en que ese día iba a llegar tan pronto. Además, destaco el palacio de laDiputación, Valcobero, La Mejillonera, el colegio de Nuestra Señora de laProvidencia, Membrillar, el monasterio de SanZoilo de Carrión, el parque Fuentes Carrionas de Guardo y el monumento a la Mujer palentina.