El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) condenó a la empresa Giresa, que gestiona el matadero de Palencia, a reponer en su lugar de trabajo en la lavandería a la representante de la plantilla por CCOO en el comité de empresa, a la que trasladó de ubicación «de manera injustificada y como medida de presión para que dejara de desempeñar sus funciones sindicales de defensa de los trabajadores», explicó ayer el secretario de Acción Sindical, Juan Carlos González. María Ángeles Hernández fue destinada a las cuadras «sin ningún tipo de motivo y de un día para otro», añadió.
En su nuevo puesto, desempeñó las labores de limpieza de alcantarillas, de retirada de estiércol o como encargada de introducir el ganado en las instalaciones. «No puede considerarse que la empresa haya aportado una justificación objetiva y razonable, suficientemente probada, de la medida adoptada y de su proporcionalidad con relación al destino de la trabajadora en las cuadras, pues respecto de las sanciones y de Ia entrega de llaves se hacen propios los razonamientos de la sentencia recurrida. Declaramos por ello la nulidad del cambio de funciones y condenamos a la empresa a la reposición de la misma en su anterior puesto sea en lavandería o en la cadena», señaló la sentencia del TSJ.
Así, se revocó el fallo anterior del Juzgado de lo Social y se estimó parcialmente la demanda, al tiempo que se declaró «que se vulneró el derecho fundamental a la libertad sindical de la recurrente».
SERVIR DE EJEMPLO. Juan Carlos González calificó la resolución judicial como «muy importante» y confió que «sirva de ejemplo para otros empresarios que quieran utilizar medidas de presión contra los representantes sindicales por el único motivo de serlo y como medida disuasoria». Tras la publicación de la sentencia, está previsto que el próximo día 2 de mayo la afectada se incorpore a su puesto original.
Sin embargo, María Ángeles Hernández manifestó que «no estoy muy convencida ni tengo todas conmigo y puede que al llegar tenga que decirle a mi abogada que sigo en los puestos de castigo, que yo llamo». El fallo judicial del TSJ no es firme y cabe la posibilidad de presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo en el un plazo de diez días.
Juan Carlos González recordó que María Ángeles lleva más de 15 años trabajando en el matadero de Palencia «sin ningún tipo de problema» y todo varió cuando en 2019 decidió encabezar de lista del sindicato. «A partir de ese momento, cuando comenzaron los actos de acoso por parte de la dirección con el único objetivo de que «abandonara sus funciones». Tras la celebración de una nueva convocatoria de elecciones el pasado mes de mayo, «los problemas y las coacciones se intensificaron». Tanto así, que varios trabajadores decidieron abandonar y dejar la organización sindical. Desde CCOO se reconoció lo complicado que ha sido demostrar lo ocurrido ya que muchos compañeros de María Ángeles se negaron a declarar «por miedo a posibles represalias».