Del 17 de abril al 19 de mayo, Palencia acoge una nueva edición, la cuarta, del Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León (Fifcyl), que organiza la Junta de Castilla y León. Una cita en torno al trabajo de más de 90 artistas y que, como explica su comisaria, María Millán, cuando se planteó, dado que el año pasado se llegó hasta los años 70, «pone el foco en el cambio; en las transformaciones que surgieron en la sociedad, en general, a partir de la década de los 80. Cambios tecnológicos, sociales, medioambientales y políticos que se verán reflejados en el mundo rural, tanto por el desplazamiento de sus gentes a un medio urbano, como por la alteración de su paisaje, mediante la incorporación de nuevos elementos, maquinaria y construcciones».
«Estamos muy ilusionados con la cuarta edición. Como debe ser, cada año nos superamos, también con el apoyo y entusiasmo del público, así como el respaldo de la Junta de Castilla y León», explica Millán, quien considera que «no hay por qué competir entre festivales, hay que apoyar. Cuanto más sean, mucho mejor para la fotografía, que finalmente está teniendo su propia voz y su espacio». «Hay que hacer que todo esto fluya. He vivido fuera muchísimos años y cuando regreso a España me doy cuenta de que hay un talento increíble y no son muchas las plataformas en las que mostrar este trabajo. Cuantos más festivales haya y más propuestas, mejor para todos» asevera.
Dentro del Fifcyl se han programado 33 actividades, entre las que destacan 21 exposiciones. Una de ellas, Secuencias de una vida (colección de Gabino Diego), reúne una sesenta miradas de, por ejemplo, referentes de la fotografía española como Cristina García Rodero, Alberto García-Alix, Leopoldo Pomés, Gabriel Cualladó, Joan Fontcuberta, Francesc Catalá-Roca, Nicolás Muller y Colita, y otras figuras internacionales como Boubat, Martín Chambi, Elliott Erwitt, Bruce Davidson y Antoine D'Agata. «La de Gabino Diego es una colección muy cuidada y con mucho criterio, en la que se mezclan artistas de renombre, nacionales e internacionales, lo mismo que pasa en todo el festival, con obras muy gozosas», incide la comisaria.
En el Museo de Palencia se podrán ver Secuencias de una vida y El surrealismo en Latinoamérica, «con tres piezas que nunca han sido expuestas en Europa», explica Millán; en la Fundación Díaz-Caneja, las de Unai San Martín, Enrique Carbó y Richard Long; en la sala Unicaja, las de Lúa Ribeira y Gerry Johansson; en el Archivo Histórico, Tendencias que marcan época; en la biblioteca, Colección Ogami Press; en el Museo del Agua, espacio que se incorpora y ha sido una «sorpresa», la de Fito Conesa. En cuanto a las exposiciones urbanas, en la plaza de la Inmaculada: Sofía Moro y Mauro Curti; en el Paseo del Salón: Paula Anta y Niall Mcdiarmid; en la plaza Mayor-Alejandra Carles-Tolrá; y en Jardinillos, Henry Garfunkel.
«Como dicen, en cualquier negocio los dos primeros años tienes pérdidas y poco a poco vas dejando de perder hasta que ganas. Creo que en cuatro años el festival ha avanzado a grandes zancadas, no se puede parar», concluye Millán.