Hermanos de penitencia

DP
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Los Terciarios de la Orden Franciscana rescatan, conforme a la liturgia y al Credo de los Apóstoles, la bajada de Cristo a los Infiernos para la redención de las almas de los justos en la madrugada del Sábado Santo

Hermanos de penitencia - Foto: DP

El año jubilar que para toda la iglesia católica ha convocado el Papa Francisco lleva por lema Peregrinos de Esperanza y es una invitación a  un camino de búsqueda del encuentro con Cristo. La Orden Tercera, que esta Semana Santa estará presente en las procesiones a las que sea invitada y organizadas por la Hermandad de Cofradías Penitenciales de Palencia, vivirá este  período centrada en dos vertientes. La primera, y más importante, seguir a Cristo con el espíritu de san Francisco de Asís y darle a conocer; la segunda, mantener un legado histórico de siglos y todo aquello que la Orden ha aportado y aporta, tanto a nivel social, como en el ámbito de la piedad popular en esta ciudad con su manifestación desde el siglo XVII.  

Como manda una tradición que data al menos de 1888, conforme a la Regla que fue germen de su presencia en los cortejos de la Semana Santa palentina, del Corpus, como en todas las demás procesiones de rogativas generales dispuestas por el rey, cabildo y ciudad, tras rezar un rosario por los difuntos, los antes denominados hermanos de la Venerable Orden Tercera VOT, emprendían cada cortejo desde su capilla, anexa al que fuera monasterio de los padres franciscanos en la plaza de San Francisco ganando, entre otras, las indulgencias temporales por las almas de los difuntos ofrecidas todas las veces que asistieran en procesión pública o acompañaran al Santísimo Sacramento.

Vigente en la actualidad, conforme a las indulgencias temporales, los Terciarios de la Orden Franciscana, los llamados hermanos de penitencia, sin necesidad de vestir túnica penitencial al igual que en otras localidades a nivel nacional con Semanas Santas declaradas de Interés Turístico Internacional o Patrimonio Cultural, rescatarán conforme a la liturgia y al Credo de los Apóstoles la bajada de Cristo a los Infiernos (Descensus Christi ad Inferos) para la Redención de las almas de los justos en la madrugada del Sábado Santo, tras la procesión del Santo Entierro. 

La restauración y reposición al culto del Cristo del Perdón y Redentor de almas, escultura que participó en la exposición ApasionArte entre las 41 piezas procesionales de la Semana Santa que tuvo lugar del 19 mayo-30 julio de 2006 en el claustro de la catedral, pone de manifiesto el valor singular de la iconografía de esta talla barroca del siglo XVIII. «Es una talla de primera línea, con una variante peculiar en comparación a otras tipologías iconográficas que representa un valor añadido a esta escultura»,  en palabras de Sergio Martín Sáez, licenciado en Historia del Arte, conservador y restaurador natural de la localidad vallisoletana de Nava del Rey que presentó dicha iconografía e intervención en la capilla de la Fraternidad de San Francisco de Asís, OFS de Palencia.  

Icono en peregrinación.  Esta presentación de la actuación coincidió con la recepción del icono en esta capilla de la Reina de la Familia Franciscana con las reliquias de san Francisco, santa Clara y santa Isabel de Hungría que, durante este VIII Centenario del Cántico de las Criaturas 1225-2025, está en peregrinación internacional portado por la OFS desde su salida en Asís. Un icono que nació en Lituania en 2018, con motivo del III Congreso Europeo de la Orden Franciscana Seglar y de la Juventud Franciscana Seglar, portado por dicha Orden Tercera visitando a la Tercera Orden Regular; parroquias, monasterios y conventos de la Primera y de la Segunda Orden Franciscana a su paso por las provincias en sus recorridos nacionales durante este VIII Centenario. Antes de partir hacia León este domingo, la peregrinación por la provincia incluye las Clarisas de Astudillo, Carrión y Calabazanos y Palencia.