El mejor día de nuestras vidas

Alberto Moreno
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Se cumple un año del histórico ascenso del Zunder Palencia a ACB, aquel memorable partido en el Coliséum de Burgos, el recibimiento y la celebración en la fuente de la Plaza de España

El mejor día de nuestras vidas - Foto: Óscar Navarro

Hoy se cumple un año de uno de los partidos más especiales y recordados en la historia no sólo del baloncesto palentino, sino del deporte en nuestra provincia. Aquel Zunder-San Pablo Burgos, en el imponente Coliseum de la capital del Cid con la presencia de miles de seguidores palentinos en sus gradas.

Zunder, tras proclamarse campeón de la Copa Princesa en La Caldera de Castilla, acabó la liga regular en la segunda plaza tras el Andorra, por lo que tenía que buscar el ascenso a la ACB en los play-offs. Tras eliminar por vía de apremio al Alicante por 3-0, los de Pedro Rivero alcanzaban la final a cuatro. Madrid y Burgos pelearon por la sede, que se fue a la capital del Cid. Palencia presentó candidatura, pero con la boca pequeña, sabiendo que, pese a los mayores méritos deportivos, Burgos y Madrid tenían ventaja, por aquello de la mejor oferta económica a la FEB y su mayor aforo. Fue igual, Zunder jugó los dos partidos como en casa. Fue una de las mayores mareas moradas de seguidores en la historia del deporte palentino.

En las semifinales de esta final a cuatro, exhibición portentosa de los morados, 90-60 en el derbi ante el Real Valladolid. En la final, duelo por el ascenso ante el anfitrión San Pablo Burgos (que eliminaba no sin problemas al Gipuzkoa) y otra exhibición morada, especialmente del capitán Chumi Ortega, elegido MVP, realizando el mejor partido de su vida. Ganaron los morados por 95-83. Los palentinos que no pudieron viajar a Burgos para presenciar ese histórico partido, pudieron seguirlo a través de La 8 Palencia, que emitió el partido en directo. Diario Palentino realizó un esfuerzo especial, con un suplemento de este play-off. Memorable fue también aquella noche de celebración en la fuente de la Plaza de España, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Un lugar icónico, habitualmente escenario de celebraciones futbolísticas, pero que lo fue también para el Zunder, junto al lugar en el que nació el club, el Colegio Maristas. Un día más tarde, tras ser trasladado en el trenecito que se hizo famoso, el equipo era recibido en el Ayuntamiento, con cientos de palentinos en la Plaza Mayor.