El exsecretario general provincial de la Unión de PequeñosAgricultores (UPA), Domiciano Pastor Martínez (SanCebrián de Campos, 1951), impartirá este jueves (20 horas) en el Ateneo de Palencia (calle Santa Teresa de Jesús, 4) la conferencia Qué está pasando en el sector agrario: tractoradas, Agenda 2030, cambio climático, PAC,Elecciones UE, Reglobalización..., que será presentada por el director de la sección de Ciencias Sociales y Educación de la entidad,Fidel Ramos.
Pastor es un agricultor con una amplia participación en el sindicalismo agrario -comenzó en las tractoradas de 1977- y actualmente forma parte del Consejo Económico y Social de España a propuesta de UPA.
Entre febrero y marzo se desarrollaron diversas tractoradas y manifestaciones. ¿Para que sirvieron esas movilizaciones?
Las tractoradas tuvieron mucha repercusión social y política. Hubo apoyo a la movilización y sirvieron para que se movieran diversas cuestiones que parecían impensables, como la legislación en Bruselas, los temas medioambientales y, a nivel nacional, se consiguió la flexibilización de la PAC, los recursos para seguros y la bonificación para el gasóleo. También se va a reducir la burocratización. Hay muchas medidas que se han aplicado y que son muy positivas.
Refiriéndome concretamente a Palencia, resalto la capacidad que tuvieron las organizaciones profesionales agrícolas representativas (Asaja, COAG y UPA). Creo que estuvieron a la altura de lo que se pidió y lo gestionaron todo muy bien, no como en otros lugares. Y eso es lo primero que hay que valorar. Lo que se ha hecho en Palencia fue un ejemplo. Además, considero que las opas están para presionar, pero también para negociar y conseguir acuerdos.Si una organización, sea sindical, de empresa o de otro tipo, no alcanza acuerdos tiene muy poco sentido su trabajo. Es verdad que cuando se plantean máximos nunca se consiguen y aquí pasó eso, pero lo logrado es muy importante.
¿Cuándo se empezarán a notar los cambios logrados en estas movilizaciones agrarias?
Ya se está notando en aspectos como las normativas de los fertilizantes, el cuaderno digital y el barbecho, que se están aplicando en la Política Agraria Común (PAC) de este año. Otras medidas se tienen que negociar primero en Europa para trasladarlas después a los países.No son decisiones que puedan tomar, en muchos casos, los gobiernos nacionales.
En las protestas hubo pancartas con reclamaciones y quejas de todo tipo.Algunas de ellas criticaron la Agenda 2030. ¿Qué cuestiones de este documento pueden más al sector primario?
En una movilización como esta hay diversos intereses que eran muy claros y muy definidos y se sacó el tema de la Agenda 2030, que tiene cosas que afectan de rebote al sector. Pero lo que realmente tiene mucha repercusión en el sector agrícola y ganadero es el Pacto Verde europeo, no la Agenda 2030, que la ha firmado la mayoría de los países del mundo y cuyo primer punto es la lucha contra el hambre en el mundo. La utilización de la bandera del rechazo a la Agenda 2030 iba más por otro tipo de cosas que por lo estrictamente agrícola, aunque tuviera mucha repercusión mediática en las movilizaciones.
¿Qué medidas del Pacto Verde pueden afectar más a los palentinos?
Aquellas relacionadas con el uso de fertilizantes y fitosanitarios, además de otro tipo de normas de conservación medioambiental y de plazos. Aunque el tema de los fertilizantes y fitosanitarios se va a flexibilizar desde Bruselas.
¿Cómo está interfiriendo el cambio climático en los agricultores?
El factor más importante que está afectando al campo es el cambio climático, aunque en las movilizaciones no haya sido tan mediático y quizá mucha gente no lo comparta.Es el punto principal.Lo vimos el año pasado con la sequía y una cosecha desastrosa, pero lo estamos viendo en la evolución de los ciclos de las plantas, en los cambios bruscos de meteorología y en otras cuestiones que inciden continuamente. Por lo tanto, el primer sector en el que repercute económicamente el cambio climático es el primario. No somos el problema, como a veces se habla, creo que somos parte de la solución si se maneja bien. Y se nos tiene que tener muy en cuenta. Con nuestra actividad podemos mejorar la situación. Si se agrava seremos los más perjudicados.Eso está claro.
¿Qué se puede hacer para luchar contra este problema?
Mejorar las rotaciones de cultivos y los laboreos, así como el uso de las nuevas tecnologías y la digitalización que ya se están haciendo y una buena gestión del agua. Además, nuestro trabajo repercute en la fijación de carbono en el suelo.
Pasemos a hablar de la PAC. ¿Está adaptada a las necesidades que tiene el sector primario enEspaña y en Palencia?
La PAC es la única política común de la UniónEuropea (UE). Se creó para poder alimentar a una sociedad que salió de la SegundaGuerra Mundial y para tener una garantía alimentaria, que cada vez será más importante porque los países están buscando una mayor garantía de suministros para tener menor dependencia de otros, como ocurrió con las mascarillas. Y gracias a la PAC bajó el coste de la cesta de la compra a los ciudadanos. Cada PAC ha ido evolucionado y variando según las nuevas situaciones y exigencias. La de 1992 no tenía nada que ver con la actual. ¿Está adaptada al país? Creo que se va adaptando y, sobre todo, hay que poner una cuestión en valor: la capacidad de los agricultores y ganaderos de adaptarse a ella. Y a esta PAC también lo harán. No tengo ninguna duda, aunque se esté cuestionando. Sí que es cierto que en las movilizaciones hubo algunas críticas a la PAC que creo que estuvieron poco matizadas. Si hay alguien que está interesado en su mantenimiento, estos son los agricultores y ganadero. Y lo que está claro es que muchísima agricultura de esta región y muchísima agricultura nacional, si no fuese por la aportación de las ayudas de la PAC, no existiría.
Actualmente se están dando cambios, pero hay que tener en cuenta que la PAC es europea, donde juegan 27 países y 27 agriculturas. Llegar a un acuerdo siempre es muy duro.
¿Cómo afectaría una hipotética entrada de Ucrania a los agricultores españoles?
Somos una economía desarrollada, pero es cierto que en el sector agrario habría que tener mucho manejo con la integración, con las condiciones y ver qué plazos de adaptación habría que darle al ser un país tan grande y con producciones que afectan al resto del continente. Por supuesto, lo que hay que intentar siempre es que se mantenga la renta de los agricultores y ganaderos.
Por otro lado, con Ucrania seríamos un mercado más grande y nos ayudaría a tener más peso en el mundo. Cuando entró España en la UE veníamos de una economía que era la que era y la ayuda comunitaria ha hecho que hoy seamos el país que somos. Creo que la entrada en la Unión es lo mejor que le ha pasado a España en el último siglo. No ha habido una medida mejor. Por ello, uno de los primeros mandamientos que debemos de tener es la defensa de la Unión.
¿El campo es consciente de la importancia de la UE en su sector?
Por desgracia, no. Repito que, como ciudadanos, lo mejor que nos pasó fue la entrada en la UE. Negarlo es absurdo, aunque haya críticas que quieran debilitarla. Pero si hay alguien al que le ha repercutido más la incorporación esos son los agricultores y ganaderos. Y aquí se tiene que cambiar el chip y exigir más Europa. Con más Europa nos irá muy bien porque significa mejor estado del bienestar, mejor contrato social y mejores condiciones de vida. Con menos Europa nos irá muy mal. Hay que poner en valor la UE porque hay fuerzas europeas que están llevando a cabo una política de desprestigio para debilitarla.
¿Los partidos políticos hacen un buen trabajo para que la UE tenga la importancia que merece?
Hay que poner en valor la UE todos los días, no solo porque vengan unas elecciones europeas. Yo creo que hay que explicar más lo que significa la Unión y lo que significó en la pandemia y lo que significan los fondos Next Generation para salir de la crisis. O explicar cómo hemos salido de esta crisis y cómo salimos en la de 2008. Eso hay que explicárselo a los ciudadanos. Por qué ahora se ha salido con esta fuerza y por qué de la crisis de 2008 nos costó tantos años salir. Y ahí es donde han estado los fondos europeos.
Yo creo que la UE hay que valorarla, no solo por las ayudas, sino por lo que ha significado de garantías sociales, con el contrato social, y lo que ha significado para nuestro nivel de vida estar en un club donde la sociedad del bienestar tiene una importancia brutal que no la tiene en ningún sitio del mundo. Donde está implantada una sociedad del bienestar es en la Unión Europea. No hay ningún lugar que lo iguale ni de lejos. Entonces yo creo que sí que se exigiría, o se debería exigir, que los partidos, ya sé que hay algunos que opinan lo contrario, tratasen de vender a los ciudadanos la importancia que tiene para nuestras vidas la UE.
¿Habría que exigir cláusulas espejo para los productos agroalimentarios que entren en la UE?
Hay que ser consciente de que su aplicación va a ser muy difícil, otra cosa es que se demande. Primero, porque es una norma que tiene que aceptar toda la UE en su conjunto y, segundo, porque están condicionadas a los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En este caso, creo que es imprescindible por el bienestar de la ciudadanía que se exija fuera lo mismo que se exige aquí. Se nos piden unos manejos en las producciones y unas condiciones laborales que en otros lugares no hay.
La pérdida de población y el envejecimiento de la misma son dos de los grandes problemas del medio rural. ¿Cómo se podría hacer más atractivos los pueblos?
El despoblamiento es territorial porque los territorios rurales (como me gusta a mí llamarlos) los abandonan tanto los agricultores como los que no lo son. En el informe sobre el medio rural del Consejo Económico y Social hablamos de ello y es un tema que está muy trillado. Creo que los ciudadanos tienen que ser tratados en el medio rural con equidad, es decir, con las mismas condiciones y el mismo trato que se da en las ciudades.
En mi opinión, uno de los factores más importantes, en muchos casos, por los que se abandona los territorios rurales es la falta de servicios adecuados y no las cuestiones económicas. Si no tengo guardería, pediatra, acceso a un centro escolar adecuado, transporte y centros de salud, en un momento determinado voy a tener que coger la maleta y marcharme para tener esos servicios. Es cierto que es mucho más costoso mantener todo eso en los pueblos, pero o mantenemos eso o se nos va la gente. Y esa debiera ser una de las prioridades.
Y en cuanto al sector, hay dos cosas que podrían mejorarse: la rentabilidad de las producciones y el sentimiento de no reconocimiento o valoración por parte de la sociedad de la actividad que hacen los agricultores.Respecto a esto último, el sector es muy sensible. Hacemos una labor muy importante al proporcionar alimentos baratos y de calidad, pero, sin embargo, el reconocimiento social no es el que creemos que tendríamos que tener. Y pienso que eso hay que darlo la vuelta en un trabajo común del sector, de las administraciones y de la sociedad. Nos jugamos mucho en tener una garantía alimentaria propia. Esto se va a poner cada vez más difícil. Pienso que Europa no va a tener problemas de abastecimiento, pero ojo, el cambio climático nos puede conducir a una alimentación más cara.
Por ello, tener garantía alimentaria propia y tener al sector en condiciones sociales y económicas razonables es muy importante para el conjunto de la sociedad. No se tiene que ver como un colectivo contra otro, urbanitas contra rurales o rurales contra urbanitas.Nos necesitamos todos. En esa necesidad, tenemos que poner en valor la actividad que hacemos. La sociedad urbana necesita a los territorios rurales y los productores necesitamos a esos consumidores.
¿Qué actuaciones podrían llevarse a cabo para que el mundo agrario sea más reconocido?
Es un tema difícil de gestionar. Entre los sectores tiene que haber más consensos y hacer campañas de sensibilización. Como estamos yendo a sociedades cada vez más urbanas, el desconocimiento hace que muchas veces no se pongan en valor.
Por ello, habría que empezar en los centros escolares a dar a conocer qué se hace para que puedan tener esos alimentos. Y ahí empezarían a valorar lo que se hace en el campo. No hace falta ponerlo en ninguna tribuna ni en ningún altar, solo valorar lo que se hace. Ahora mismo, solo se valora que estén llenas las estanterías de los supermercados, pero para que eso ocurra hay un trabajo detrás que es muy grande.
¿Se están tomando medidas en favor del campo?
Creo que hay políticas que están evolucionando al reconocer que se está produciendo el abandono territorial. Lo están haciendo con pasos pequeños, pero hay una toma de conciencia de que eso hay que intentar revertirlo.
¿Qué infraestructuras serían necesarias para mejorar el sector primario?
No podemos dejar de lado la gestión de los territorios agrícolas y del agua, que cada vez será más difícil. Un buen aprovechamiento del agua con modernizaciones de los regadíos, reconcentraciones parcelarias, automatizaciones y la digitalización de los procesos hará que haya una mejor calidad en los productores, mayor rentabilidad y mejores producciones que las actuales y hará que el campo sea más atractivo para las generaciones posteriores.
Además, creo que uno de los factores más importantes para mejorar la situación que vivimos sería concentrar la oferta de la producción agraria con estructuras como las cooperativas o las organizaciones de productores, por ejemplo. La atomización perjudica. Hoy en día los mercados son muy grandes y vas con concentraciones de ofertas muy potentes o no eres nada.
¿Qué labor lleva a cabo en el Consejo Económico y Social de España?
Es un organismo estatal, no del Gobierno, represento al sector agrario junto a los miembros propuestos por Asaja y COAG y participo en los dictámenes de las leyes de ámbito económico y social. Además, elaboramos informes, entre los que están los de la infancia y el medio rural y la memoria económica anual, que se presenta al Gobierno y a la sociedad.
¿Les tiene en cuenta el Gobierno a la hora de tomar decisiones?
En algunos dictámenes, que no son vinculantes, sí. Pero son los informes los que tienen más repercusión.Son de muchísima calidad y tienen tanta riqueza de datos e informaciones que son muy valorados.
Por último, ¿qué balance hace de esta etapa suya en el Consejo Económico y Social?
Fue una sorpresa muy positiva que mi organización me propusiera (porque el que nos nombra consejeros de la institución es el ministro) para formar parte del ConsejoEconómico ySocial.
La valoración de mi etapa en esta institución nacional es muy positiva.Es muy enriquecedor, se conoce a un buen número de personas de todo tipo, con las cuales se aprende mucho.