AFICIONES: La música, los espectáculos y disfrutar del mundo rural y la naturaleza junto a su familia y amigos.
TRAYECTORIA: Tras estudiar un doble grado de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Granada, descubrió su pasión en el mundo de la música, como cantante y guitarrista. Esto le empujó a estudiar Producción Audiovisual y de Espectáculos, grado superior en el que se encuentra inmersa además de trabajar para compañías como el Cirque du Soleil o aventurarse a trabajar en el extranjero.
Los diez lugares de Carmen Alonso
1. Frómista. «Mi lugar favorito de Palencia y de todo el globo. En mi pueblo es donde más libre y auténtica me siento, donde puedo disfrutar de mi familia y amigos, de la cercanía de mis vecinos, de los paseos en la naturaleza y de nuestras tradiciones y costumbres como castellanos. La mejor tarde posible es pasar un rato con los amigos en la bodega y terminar viendo las estrellas tras un atardecer rojizo. Y qué decir del mejor fin de semana del año, celebrando las fiestas de San Telmo y San Telmillo, pasando dos fines de semana vestidos de peña y disfrutando de las calles y actividades populares. No se puede comparar la emoción que se siente el viernes de San Telmo, donde damos comienzo a nuestras fiestas con la tradicional colocación del pañuelo a nuestro santo y el chupinazo de peñas».
2. Plaza de San Miguel. «La iglesia de San Miguel es uno de los recuerdos que tengo desde que era niña, pues vivía en la calle Pedro Fernández del Pulgar. Es una plaza que me recuerda a mi infancia, a patinar en mi adolescencia, a los vermús del Palencia Sonora y a los cafés con mis amigas».
3. La orilla del río. «He dado infinitos paseos por la orilla del río, sola, con amigos o con mi perro. Es un oasis de paz en mitad de Palencia, que te conecta los grandes parques de nuestra ciudad y te permite sentirte en la naturaleza en unos minutos. También es un buen sitio para practicar deporte o para hacer una merienda en sus mesitas bajo la sombra de sus sauces llorones».
4. Colegio Filipense Blanca de Castilla. «Los mejores recuerdos de mi adolescencia son en mi colegio, donde cursé ESO y Bachillerato. Siempre que puedo, vuelvo de visita para pasear por sus pasillos, ver su patio interior y saludar a mis antiguos profesores. Todo ello con un pincho de tortilla en el Bianco, por supuesto. Es un colegio familiar y cercano, en el barrio de San Pablo y Santa Marina, donde también visitar la Iglesia de San Pablo, el convento de los Dominicos o incluso escuchar los ensayos de la banda de la cofradía de los Nazarenos en su Capilla».
5. Castillo de la Mota en Astudillo. «El entorno de La Mota, en general, es un patrimonio del que tendríamos que sentirnos orgullosos todos los palentinos. El decorado de piedras y callejuelas, las bodegas aún en uso y las vistas de Tierra de Campos desde lo alto son increíbles. Además, es una zona obligada en las fiestas populares. En general, Astudillo es mi segunda casa y uno de los pueblos que más me gusta de nuestra provincia».
6. Mirador de Autillo. «Este es un clásico pero es un entorno muy cuidado, decorado con gusto y con unas vistas increíbles. No hay mejor plan que coger algo para cenar y acercarse en coche para ver el atardecer desde allí. Además puedes ver, gracias al mapa-dibujo explicativo, pueblos cercanos y sorprender a las visitas».
7. Canal de Castilla. «Los paseos por el Canal siempre han sido una forma de equilibrar y relajar mi mente, conectar con mis raíces y empezar el día con energía. Mi especialidad son las esclusas 17, 18, 19, 20 y 21, y el recorrido hasta el puente de Boadilla donde se encuentra la 16. Paseando por este camino puedes encontrar a canaleros en ruta y al Juan de Homar navegando sus aguas. El mejor momento para disfrutar de él es el día de Santiago, cuando el Ayuntamiento organiza unas jornadas de piragüismo para vivir el Canal desde dentro».
8. Presa de Villalaco. «Otro sitio imprescindible en mis veranos era pasar a refrescarse por Villalaco. El pueblo ofrece a las afueras su presa donde poder bañarte en sus dos alturas y disfrutar de estar en mitad de la naturaleza. Buena compañía, una nevera y comida son todos los elementos necesarios para pasar un gran día en este pueblecito de Tierra de Campos. Eso sí, ¡no te olvides las cangrejeras!».
9. Calle Panaderas: el Casco Viejo y La Urbana. «Siempre que vuelvo a casa es obligatorio hacer el recorrido de oro de la Calle Panaderas; tomarse un vino de coco en el Casco Viejo y un chisme en la Urbana. La atención de Roberto y sus sopas de ajo son siempre bien recibidas, al igual que a mis amigos y a mí siempre nos ha encantado la música y la cercanía de Luisma cuando bajamos las escaleras de la Urbana. Y bien cerca el Trompicón por si te pasas con los líquidos».
10. Plaza municipal de Abastos. «El edificio del s. XIX es una belleza, en su hierro y vidrio verdoso. Recorrer sus puestos llenos de productos tradicionales de nuestra tierra es un placer, así como poder refrescarte en sus bares-puestos y charlar con los vecinos. Además, desde la remodelación de su entorno, es un espacio bonito y tranquilo en pleno centro de la ciudad».