All in, Plata o plomo y Pollito picantón

Julia Rodríguez
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El palentino Ángel García de Alcañiz fue uno de los finalistas a mejor hamburguesa de Castilla y León con su propuesta de ternera trufada

All in, Plata o plomo y Pollito picantón - Foto: Sara Muniosguren

La carnicería palentina Ángel García de Alcañiz fue una de las finalistas en la XII edición del concurso a la mejor hamburguesa de Castilla y León. Fue organizado por la Federación Regional de Carniceros y se celebró en Palencia en el marco de la Feria Gastronómica Naturpal. La ganadora fue la Carnicería Hernández Martínez de Soria (All-In) y también quedó finalista la Carnicería Sedano de Burgos (Pollito Picantón).

El representante de Palencia en el concurso, el carnicero Ángel García de Alcañiz, lleva veinte años en la profesión y cuatro de ellos como autónomo en la plaza de Abastos de la capital. «Estoy centrado en los elaborados caseros, que es lo que más demanda la gente, y, sobre todo, las hamburguesas. Tenemos siete variedades, seis fijas (de pollo, de ternera, de lechazo, de secreto ibérico con hierbas provenzales al vino tinto, de pollo con salsa teriyaki y de ternera, cecina y foie) y la séptima que va cambiando cada mes. Sin ninguna duda, la que primero se termina es la de lechazo», explica Ángel García.  

Este mes la hamburguesa que ha presentado es la del concurso con carne de ternera, aderezada con trufa, esencia de lavanda y mermelada de frambuesa con el nombre de Plata o plomo «Los nombres nuevos los eligen mi mujer y mis hijos yo me encargo de venderlas», comenta.

Concurso. Este año fue el elegido por la Asociación de Carniceros para representar a Palencia. «Normalmente cuando hay tiempo se realiza un concurso provincial pero este año no se ha hecho y fui yo el elegido para representar a Palencia. En el evento, tienes cuarenta minutos para preparar la hamburguesa, presentando una con la carne cruda y otra cocinada. Aunque no pude interactuar mucho con los demás concursantes, fue una experiencia enriquecedora que volvería a repetir», declara.

Aunque muchos jóvenes temen acercarse a los mercados tradicionales, Ángel García ha visto un aumento de la clientela entre los menores de 30 años. «La gente se siente más cómoda comprando en supermercados ya que cogen la bandeja y no tienen que interactuar con el vendedor. Yo subo mis hamburguesas a las redes sociales y he notado que los jóvenes se acercan para probarlas y, poco a poco, se están animando a pedir más», añade.

Con una base de clientes cada vez más amplia, García sigue innovando. «Siempre que lanzo una hamburguesa nueva, la respuesta es increíble. Muchas veces se agotan antes de que pueda sacarlas a la venta porque los clientes las ven por redes y se me llena el WhatsApp de mensajes para que les guarde algunas», concluye. Su dedicación mantiene la tradición y se adapta a la demanda del consumidor.