Súper Agropal Palencia Baloncesto cayó en el derbi castellano leonés ante un UEMC Real Valladolid Baloncesto que se jugaba la vida y que hizo de la necesidad virtud para imponerse a su rival en un último cuarto espléndido de los locales, que ahogaron el ataque de los palentinos, que estuvieron arropados por un gran número de aficionados en las gradas del Pisuerga y que salieron decepcionados por la derrota y el juego irregular del diezmado cuadro morado, ayer de celeste.
Comenzó el encuentro con mucha igualdad. Nadie quería perder el derbi. UEMC Real Valladolid Baloncesto apretaba los dientes y conseguía mantener a raya al rival (10-11, minuto 3). Un triple de Borg daba la primera ventaja de más de dos puntos a los palentinos (10-14), pero la alegría duraba poco y, merced a dos buenas acciones defensivas y a su buen hacer en el contraataque, los locales conseguían darle la vuelta al electrónico (17-16, minuto 6). La igualdad era máxima y las alternancias se sucedían en el luminoso aunque un triple final de Kovacevic permitía a los locales irse al final del primer cuarto con ventaja en el marcador (26-22).
SEGUNDO CUARTO. Kunkel recortaba distancias para Súper Agropal Palencia Baloncesto pero lo cierto es que los de Luis Guil tenían muchos problemas para acudir a las ayudas y los pucelanos firmaban dos triples consecutivos que les colocaban con +7 en el luminoso en menos de un minuto (32-25). Conseguían los palentinos corregir errores en defensa y, pese a que en ataque tampoco conseguía jugar con fluidez, poco a poco, volvían a colocarse por delante (32-33). Movía fichas UEMC Real Valladolid Baloncesto para tratar de recuperar el control, pero ahora eran los palentinos quienes sacaban provecho del tiro exterior para abrir brecha (35-42, minuto 14). El jugador palentino del Real Valladolid, excolegial, Dani Manchón acudía al rescate de los suyos, que apretaban de nuevo el luminoso, obligando a Guil a pedir tiempo muerto (41-42). No conseguía cambiar la dinámica del partido y la igualdad marcaba la segunda mitad del cuarto, aunque Palencia conseguía llegar hasta el minuto 20 con una pequeña renta (48-51).
SEGUNDA PARTE. Tras el descanso, seguía el toma y daca, aunque los de Guil conseguían abrir una pequeña brecha de 7 puntos gracias a su calidad individual (54-61). Sufrían ahora los vallisoletanos, que no conseguían reducir diferencias y, a cuatro minutos para el final del cuarto, el técnico local paraba el partido (56-63). Wilson y tres tiros libres de Torres acercaban de nuevo a los locales, que con un triple final entraban en el cuarto decisivo con solo dos puntos de desventaja (68-70).
No conseguía Súper Agropal Palencia imponer su juego y el último cuarto comenzaba con la misma igualdad con la que habían transcurrido los tres anteriores. Una igualdad que llevaba a UEMC Real Valladolid Baloncesto a igualar el partido a 77 puntos cuando se cumplía el minuto 34 de partido. No conseguía Luis Guil que los suyos diesen un paso al frente y la necesidad de los locales parecía darles alas. En esos momentos donde se jugaba todo, donde las energías estaban al límite, se pudo acusar por parte morada la falta de rotación, dado que Guil sólo pudo disponer de nueve jugadores, ante la baja de Dimitrov y sin llegar los refuerzos todavía tras la lesión de Kamba y la no renovación de N'Guessan.
Así, los pucelanos conseguían imponerse en defensa, frenaban al equipo palentino y firmaban un parcial de 12-0 que encendía todas las alarmas en las filas palentinas. Y es que, a dos minutos del final, y después de 3 sin ver aro, los visitantes se veían con 11 puntos de desventaja (92-81). Lo intentó todo Súper Agropal Palencia, pero los pucelanos centraron todos sus esfuerzos en no dejar hacer al rival en esa recta final del partido y solo Vaulet consiguió ver aro con una canasta que era, a todas luces, insuficiente (92-83).
La liga no da tregua. Este próximo miércoles, en el pabellón, el Súper Agropal recibirá al Cartagena, para cuatro días después viajar a Madrid para medirse al Estudiantes a las 12,30 en el Movistar Arena.