Aquona invierte en digitalización para ser más eficiente

Carlos H. Sanz
-

La empresa implementa en la capital un sistema que permite monitorizar en tiempo real lo que ocurre en la planta de tratamiento, en los 250 kilómetros de las tuberías que recorren el subsuelo de la ciudad y el comportamiento de la depuradora

Aquona invierte en digitalización para ser más eficiente - Foto: Óscar Navarro

Aquona, la empresa adjudicataria del suministro y depuración de agua de Palencia, lleva meses trabajando en la digitalización del servicio en la ciudad. Gracias a una inversión cercana al millón de euros, ha logrado implantar una compleja e innovadora herramienta que aunque pase desapercibida para el usuario final está suponiendo ya un importante avance tanto en la gestión de todo el ciclo del agua como en la sostenibilidad ambiental.

El corazón de ese proceso está en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), ubicada en el Camino de la Miranda, a donde llega información en tiempo real durante las 24 horas del día. En la sala de control, seis pantallas muestran decenas de datos y gráficas de lo que está ocurriendo en la planta potabilizadora, en los 250 kilómetros de tuberías que conforman la red de suministro que se extiende por el subsuelo de la ciudad; los consumos y rendimientos de los 50.000 domicilios abonados al servicio en la ciudad; y, además, monitoriza el comportamiento de la compleja ecofactoría de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).  

Todo este proceso de digitalización se ha levantado desde cero en Palencia. No se trata de un programa informático comprado a una empresa especializada y que se instala en un ordenador, sino que se ha diseñado y planificado por el equipo de Aquona en la capital.

Al frente de este reto están José Blanco y Rafa Quintela, responsables de digitalización de Aquona en Palencia, pero ha sido un auténtico trabajo en equipo que partió del análisis e identificación de las necesidades del servicio, continuó con la selección y ubicación de sensores y terminó con la programación de las herramientas que permiten el análisis y presentación de los miles de datos que se recogen al segundo. 

Toda la información que allí llega tiene un fin muy definido, «disponer de las mejores herramientas para que la toma de decisiones ante problemas se lleve a cabo con las mejores opciones posibles y, así, cometer los mínimos errores», explica Javier del Sol, responsable de Aquona en Palencia.

«Se trata, al final, de ser mucho más eficaces pero también de ser más sostenibles, por ejemplo, minimizando la pérdida de agua», añade Del Sol, que especifica que gracias a esta apuesta por la digitalización se pueden «detectar de una forma urgente» los problemas en el ciclo del agua de la ciudad, lo que permite a Aquona dar «una respuesta más inmediata y soluciones más rápidas» con el respaldo de que «el riesgo a equivocarse también baja».

«Por ejemplo, esto nos permite analizar los rendimientos y detectar si se están produciendo pérdidas de agua elevadas en un determinado sector de la ciudad. Ahora tenemos la capacidad de verlo mucho más rápido y, así, focalizar la búsqueda de fugas, un proceso en el que también se ha avanzado mucho en su digitalización, en una zona en concreto», detalla el gerente de Aquona en Palencia.

«Tener mucha información sin análisis no sirve de nada. Nos hemos centrado mucho en identificar qué procesos queríamos controlar, con diseños específicos para cada cometido», arguye Javier del Sol. «Disponemos de muchísima información en tiempo real y prácticamente toda está enfocada a garantizar el mejor servicio para el ciudadano y aumentar la calidad», añade.

Otra ventaja que aporta es la versatilidad. Este proceso de digitalización no ha hecho más que echar a andar y una vez desplegado en la red de calidad de la potabilización y la parte de distribución y clientes, el reto es su extensión sobre los procesos de control de vertidos y alcantarillado. De hecho, Aquona está trabajando ya en ello. «Cuando esté acabado tendremos información en tiempo real sobre, por ejemplo, lo que está ocurriendo en la ciudad durante una tormenta importante y si es necesario llevar a cabo alivios al río para proteger la red e, incluso, calcular el volumen», detalla Del Sol. Una vez quede implantado, Aquona habrá completado un importante salto cualitativo en todos los procesos del ciclo del agua en Palencia, ya que la EDAR, la planta depuradora, también lleva años apostando por la digitalización con su transformación en una ecofactoría a través de la regeneración del agua para nuevos usos, la valorización de los residuos para nuevos recursos y la generación de energías renovables que permiten el autoabastecimiento.

 

Una visión general. «El sistema nos ofrece una visión general de todo el servicio de aguas en la ciudad que nos permite adelantarnos a cualquier evento que pueda darse, de forma que podamos minimizar su impacto sobre los vecinos, pero también el medio ambiente o a nivel de pérdidas de agua», explica José Blanco.

La Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) es la planta que se encarga de que el agua que brota de cada grifo de cada domicilio palentino sea apta para el consumo humano y de la mejor calidad. 

El agua que beben los palentinos desde hace casi un siglo se obtiene, principalmente, del Canal de Castilla -también hay una captación del río Carrión pero solo para casos de necesidad-, la cual se impulsa hasta la estación de tratamiento (ETAP) ubicada en el barrio del Cristo gracias a una estación que está en la zona del puente de Don Guarín. Una de las mejoras que ha recibido esta planta ha sido la instalación de un sistema de bombeo directo a la red con una inversión de más de 705.500 euros, ya que depender de una única fuente para alimentar la ciudad suponía un riesgo, ya que ante un problema en la conducción al depósito de La Miranda, la ciudad podría quedarse sin abastecimiento de agua.

«Aunque los ciudadanos no se han percatado de ello, hemos tenido varios episodios con mucho miedo de que esto ocurriese», reconoce Javier del Sol, gerente de Aquona, por lo la empresa optó por crear esa conducción directa a la red, que a día de hoy garantiza que Palencia no se quede sin agua en ningún momento. 

Pues bien, la digitalización ha jugado un papel clave en este proceso de modernización de la ETAP, principalmente porque ahora se pueden controlar los caudales de un sistema de bombeo u otro de forma telemática analizando en tiempo real los parámetros de la calidad del agua, pero también porque indirectamente se ha incidido en el ahorro energético en la instalación. «Hemos logrado reducir la generación de CO2, lo que unido a la instalación de placas solares en la planta ha logrado reordenar el consumo energético», especifica Del Sol.

La magnitud del reto tecnológico se entiende mejor con números. A diario, de media, desde la ETAP se bombea a la capital más de 22.000 metros cúbicos de agua, que equivalen a nueve piscinas olímpicas.

«Uno de los retos que nos ha permitido solventar la digitalización ha sido gestionar los depósitos de agua -el ubicado en la ETAP, mucho más pequeño, y el de La Miranda- para absorber las fluctuaciones de la red, garantizar la renovación del agua en su interior y maximizar el bombeo directo, todo a una presión y una calidad de agua adecuadas en cuanto a turbidez, ph y cloro. Eso exige muchísima precisión y ajustes en todas las partes del proceso y eso es posible gracias a este sistema digital», comenta Del Sol.

El sistema también gestiona los datos de la Confederación Hidrográfica del Duero sobre calidades de agua. Esto permite, por ejemplo, que si se prevé un empeoramiento, Aquona puede anticiparlo acondicionando los procesos de la ETAP para adelantarse al problema.

También realiza estudios de demanda en la red de la ciudad de forma que ante un evento que pueda disparar el consumo de agua, por ejemplo, se pueda estar preparado para que no repercuta en el usuario final. 

 

La red de abastecimiento. La siguiente fase que ha implementado este sistema de digitalización es la red de distribución de agua potable de la ciudad. Está dividida en 19 sectores y gracias a esta herramienta, ahora Aquona conoce de cada uno de ellos consumos mínimos, ratios de fuga, variación de presiones en la red, caudales... Todo de forma instantánea. «Tenemos una visión de lo que está ocurriendo en cada una de las principales tuberías de Palencia y si hay cualquier evento se registra e identifica para solucionarlo», comenta el responsable de digitalización de Aquona.

Así, por ejemplo, del análisis de los consumos mínimos nocturnos diarios y con la información que aporta la base de datos de clientes puede confirmar si existe una fuga y actuar con mayor rapidez.

Un ejemplo práctico: el sistema permitió solucionar con facilidad y precisión los problemas que padecía la piscina del monte El Viejo. «Tenía una fuga enorme y gracias a estos datos pudimos detectar con precisión dónde estaba y repararla tras hablarlo con el Ayuntamiento. De otra forma no se hubiese podido hacer y este año ya hemos comprobado que el consumo de agua se ha reducido de una forma espectacular», comenta el gerente de Aquona en Palencia.

Finalmente, en esta sala de control de la planta purificadora también se monitoriza la EDAR, que funciona con su propio sistema de digitalización. «Desde aquí podemos ver cómo es la carga eléctrica en la planta, qué parte de la energía se está generando con biogás o placas solares, qué demanda de energía existe, cómo se adapta la planta para satisfacer sus necesidades energéticas y reducir la huella hídrica...», especifican José Blanco y Rafa Quintela.

La futura digitalización de la red de alcantarillado también permitirá detectar comportamientos «medioambientalmente incorrectos» y, lo más importante, conocer sus orígenes. «A veces llegan cosas a la EDAR que no deberían haber llegado hasta allí. Digitalizar la red en sectores permitirá obtener datos de muestreo y, con ello, detectar y perseguir a quien ha vertido a la red cosas que no debería tirar», concreta el gerente de Aquona, que recalca que, al fin y al cabo, toda las fases del ciclo del agua en la ciudad están conectadas y lo que ocurre en una repercute en el resto.