La Policía Nacional ha incautado en tan solo una semana 11 toneladas de cocaína en Galicia y Valencia ocultas en contenedores marítimos procedentes de Latinoamérica, en lo que supone la mayor aprehensión de esta droga en España y un duro golpe a las organizaciones albanesas, las más "poderosas" actualmente en Europa.
Este martes, los responsables de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional junto con los de la Agencia Tributaria han detallado los resultados de dos operaciones distintas desarrolladas a finales de noviembre y en la primera semana de diciembre.
Por un lado, la Operación Tonara ha supuesto la mayor incautación de cocaína realizada en Galicia con 7,5 toneladas de droga retiradas de contenedores y ocultas en atún congelado, que se saldó con la detención de cinco personas.
La segunda operación, denominada Fulgor, ha permitido el arresto de 15 personas -la última fue detenida ayer mismo en Madrid- y la aprehensión de 3,5 toneladas que llegaron hace más de un mes al puerto de Valencia.
El monopolio de las redes albanesas
Según ha destacado el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Antonio Duarte, aunque son dos operaciones diferentes existen varios nexos en común. "Detrás de ambos envíos se encuentran redes albanesas, que son las organizaciones que han monopolizado el envío de droga a Europa en dobles fondos de contenedores por vía marítima", ha subrayado.
Duarte explica que las mafias albanesas se han hecho con todo el proceso del narcotráfico. "Están en el origen del envío de la droga, en el transporte, en la llegada y en la distribución. Lo controlan todo".
Y siempre trafican con grandes cantidades de cocaína, con envíos que superan las tres toneladas, y en las que despliegan un complejo entramado empresarial para cargar los contenedores marítimos desde Latinoamérica hacia distintos puertos de la Península Ibérica.
Precisamente las dos operaciones desarrolladas en estas semanas se iniciaron tras descubrir algunas de esas empresas.
Comercio al por mayor de pescado congelado
En el caso del golpe policial asestado en Galicia, los investigadores identificaron una red empresarial creada por la organización criminal para presuntamente enviar grandes partidas de cocaína desde Sudamérica hasta A Coruña, sede de la empresa utilizada para la ilícita importación y cuyo propietario se encuentra entre los detenidos.
Esta empresa, se dedicaba al comercio internacional al por mayor de pescado y marisco congelado, pero también a la compra venta de fincas rústicas y urbanas y edificaciones y construcciones en general, compartía su sede social con otras empresas del entramado familiar y mercantil constituido al efecto.
El empresario responsable, de origen coruñés, pretendía encubrir su ilícita actividad en un voluminoso flujo de contenedores. Algunos habían sido inspeccionados, pero la confianza de la organización criminal hizo que contaminaran uno de estos contenedores con una cantidad de droga jamás intervenida en tierras gallegas y una de las más importantes en la historia del narcotráfico español y europeo.
Durante el operativo se intervinieron 7.500 kilogramos de cocaína que venía oculta en un cargamento de lomos de atún congelado. El estupefaciente se encontraba marcado con cuatro logotipos diferentes con los que pretendían identificar a las diferentes organizaciones criminales europeas que debían recibir el alijo.
3,5 kilos en el Puerto de Valencia "abandonados" un mes
Casi en paralelo, cuatro contenedores llegaron a principios de noviembre al puerto de Valencia de los que uno de ellos la Policía tenía sospechas de que podía ocultar droga. Durante casi 30 días los contenedores no fueron movidos y pasado ese periodo se llegó a pensar que los mismos habían sido abandonados.
Sin embargo a finales de ese mes, la organización cambió de forma repentina la empresa destinataria de la mercancía, que solicitó la entrega de los cuatro contenedores a finales de noviembre, siendo su administrador una persona conocida por los investigadores, ya que curiosamente días antes había sido detenido en el marco de otra operación antidroga.
Lejos de frustrar la operación, el primero de los contenedores del lote salió del puerto de Valencia y fue desplazado hasta un descampado en las proximidades de Valencia. Al día siguiente se despacharon los restantes contenedores hasta una nave de un polígono industrial de la localidad valenciana de Xirivella, al que finalmente también fue trasladado el primer contenedor.
Para llevar a cabo el operativo se hizo necesaria la presencia del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y asaltar la nave.
Uno de los contenedores había sido prácticamente vaciado de sustancia estupefaciente, encontrando la cocaína guardada en bolsas de deporte; el doble fondo de un segundo contenedor ya había sido liberado parcialmente pero aún no habían comenzado la descarga del mismo.
Sobreproducción, precios a la baja e incautaciones récord
Los responsables policiales en la lucha contra el narcotráfico destacan el momento tan "delicado" del tráfico de drogas en Europa, con una sobreproducción de cocaína en parte derivada a la prohibición de las sustancias químicas con las que se fumigan las plantaciones.
Este exceso de droga se traslada a la necesidad de las organizaciones de "abrir mercados" en Asia, África o Australia, continente muy "codiciado" porque el precio de un kilo sigue estando muy elevado -puede rondar los 100.000 euros- mientras que en Europa va en caída.
A pesar de que continuamente fluctúa y es muy variable entre países, un kilo de cocaína que se situaba hace unos años en unos 33.000 euros, ahora está en unos 18.000 euros.
El aumento de envíos de cocaína también ha disparado las incautaciones. Solo la Policía Nacional ha intervenido 20 toneladas más que el pasado año.