La Vanguardia' ha anunciado este jueves que dejará de publicar tuits de forma directa en la red social X por haberse convertido en una "red de desinformación" desde la llegada del multimillonario Elon Musk.
El periódico sigue así los pasos del británico 'The Guardian' que este jueves informó a sus lectores de su renuncia a publicar noticias en sus cuentas oficiales en X al considerarla "tóxica" y que los perjuicios de estar en ella "pesan más" ahora que los beneficios.
Así lo cree también 'La Vanguardia', el primer medio español que dejará en suspenso sus cuentas en esta red social -antes Twitter- al verla convertida en "una plataforma en la que encuentran una caja de resonancia, las teorías de la conspiración y la desinformación".
La reciente campaña electoral en los Estados Unidos o las "mentiras" que se han divulgado en relación con la dana de Valencia han contribuido a tomar esta decisión como un "gesto necesario".
El diario constata que las ideas que atentan contra los derechos humanos, como el odio a las minorías étnicas, la misoginia y el racismo forman parte de los contenidos virales que se distribuyen en X, donde adquieren viralidad y captan más tiempo de los usuarios en ella para ganar más dinero de las inserciones publicitarias.
Junto a la decisión de dejar de publicar en X, 'La Vanguardia' mantendrá el seguimiento de personas, entidades, empresas e instituciones en la red para poder informar puntualmente a sus lectores de mensajes y debates que puedan producirse en ella.
Según 'La Vanguardia', desde la llegada de Musk a la red la presencia creciente de bots en la red se ha multiplicado "hasta el ridículo en cuestiones de gravedad" como la tragedia de la gota fría en Valencia, en la que "innumerables bots de origen indio han participado en las conversaciones públicas para ganar circulación en esta red social".
Al margen de la decisión editorial de 'La Vanguardia' de dejar de utilizar X de una forma activa, sus periodistas serán libres de seguir usando esta plataforma dentro de las normas de contención y respeto de los derechos humanos y de la libertad de expresión que reclama que se mantengan en todos los ámbitos, incluidas las redes sociales.
La decisión coincide con el anuncio del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de nombrar a Elon Musk y un excandidato republicano, Vivek Ramaswamy, para dirigir un nuevo Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), con el objetivo de hacer recortes en la administración estadounidense.
En fechas recientes también han abandonado su presencia en X el Festival de Cine de Berlín, y otras instituciones como el cuerpo de policía del norte de Gales, que señaló que estar en esta red social no era coherente con sus valores éticos y, también en Reino Unido, el Hospital Ortopédico Royal National (RNOH), que argumentó un "aumento del volumen de discursos de odio y comentarios abusivos" para dejar esta plataforma.
El St. Pauli se une a la decisión de abandonar X
El St. Pauli, décimo sexto en la clasificación de la Bundesliga alemana, anunció también este jueves que abandona la red social X por haberse convertido desde la llegada de su nuevo propietario, Elon Musk, en una plataforma amplificadora del odio, así como por su posible influencia en las próximas elecciones anticipadas del 23 de febrero en Alemania.
"Desde que Musk se hizo cargo de Twitter, como se conocía antes a la plataforma, ha convertido X en una máquina de odio. El racismo y las teorías de la conspiración se difunden sin trabas o incluso son comisariadas. Los insultos y las amenazas apenas se sancionan y se venden como supuesta libertad de expresión", critica el club en un comunicado.
Además, agrega, Donald Trump anunció tras su victoria electoral en Estados Unidos que nombrará director de una agencia gubernamental de nueva creación a Musk, quien ya apoyó activamente al presidente electo durante la campaña electoral, también a través de X.
"Cabe suponer que X también promoverá contenidos autoritarios, inhumanos y de extrema derecha en la campaña de las elecciones al Bundestag y manipulará así el discurso público", advierte el St. Pauli.
El club, activo en el antiguo Twitter desde 2013 y con 250.000 seguidores hasta la fecha, ya había limitado el uso de X y publicaba sobre todo declaraciones políticas a favor de la diversidad y la inclusión para posicionarse contra el odio.
"Ahora, el club pondrá fin a sus actividades en X. La cuenta dejará de utilizarse, pero el contenido de los últimos once años permanecerá en línea, ya que tiene valor histórico", aclaró el St. Pauli, que animó a sus seguidores a leer a partir de ahora los mensajes del club en BlueSky.